El melasma, comúnmente conocido como paño, es una condición cutánea frecuente durante el embarazo que afecta a muchas mujeres. Se caracteriza por la aparición de manchas oscuras y simétricas en áreas expuestas al sol, especialmente en la cara.
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Aunque no se comprende completamente por qué ocurre durante el embarazo, se cree que está relacionado con cambios hormonales significativos, especialmente un aumento en los niveles de estrógeno y progesterona. Estos cambios hormonales pueden estimular la producción de melanina en la piel, el pigmento que le da color.
¿Qué causa el paño en el embarazo?
La predisposición genética también puede jugar un papel importante en la susceptibilidad al paño. Si hay antecedentes familiares de melasma, es más probable que una mujer embarazada desarrolle esta condición. Además de los cambios hormonales y la predisposición genética, la exposición al sol es un factor desencadenante importante para el desarrollo del melasma. Los rayos ultravioleta (UV) pueden estimular la producción de melanina en la piel afectada, haciendo que las manchas se vuelvan más visibles.
Prevenir el paño durante el embarazo puede ser un desafío, pero hay medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo y la severidad de esta condición cutánea. Una de las estrategias más importantes es proteger la piel del sol. Esto incluye el uso diario de protector solar con un alto factor de protección solar (FPS), preferiblemente SPF 30 o superior, incluso en días nublados o cuando no se planea pasar mucho tiempo al aire libre. Es crucial aplicar el protector solar adecuadamente y volver a aplicarlo cada pocas horas, especialmente si se está expuesta al sol directo.
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Además del protector solar, usar sombreros de ala ancha y ropa que cubra la piel expuesta también puede proporcionar una capa adicional de protección contra los rayos UV. Evitar la exposición directa al sol durante las horas pico, generalmente entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, también puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar melasma. Buscar sombra y usar parasoles o sombrillas cuando esté al aire libre puede ser beneficioso para proteger la piel sensible.
¿Cómo prevenir el paño en el embarazo?
El cuidado adecuado de la piel también es importante durante el embarazo para prevenir y tratar el paño. Es recomendable utilizar productos suaves y no irritantes para limpiar la piel diariamente. Evitar el uso de productos abrasivos o exfoliantes que puedan irritar la piel y empeorar el melasma es crucial. Además, utilizar cremas hidratantes y serums con ingredientes que ayuden a aclarar la piel, como la vitamina C, ácido kójico o ácido glicólico, puede ser beneficioso bajo la supervisión de un dermatólogo.
Es importante tener en cuenta que, aunque el paño puede ser molesto y afectar la autoestima de algunas mujeres embarazadas, generalmente desaparece gradualmente después del parto. Sin embargo, en algunos casos, puede persistir durante más tiempo o reaparecer con exposición al sol o con futuros embarazos. En tales casos, es recomendable consultar a un dermatólogo para obtener orientación sobre opciones de tratamiento adecuadas.
Es fundamental seguir una rutina de cuidado de la piel que incluya el uso de protector solar diario, ropa protectora y productos suaves para la piel, así como consultar a un profesional de la salud si se tiene alguna preocupación específica sobre el melasma durante el embarazo.