La falta de lluvias en el distrito de Parral ha provocado severas afectaciones en los cultivos de temporal, con una baja estimada del 60 por ciento en los rendimientos esperados para este año. Así lo dio a conocer Luis Ángel López Ibarra, jefe del Distrito de Desarrollo Rural 12 Parral de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), quien explicó que los productores de la región han visto mermadas sus expectativas de cosecha.
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Entre los cultivos más afectados se encuentran el maíz, sorgo, frijol y avena, que son esenciales para la economía agrícola de la región. López Ibarra informó que se esperaba una cosecha total de 46 mil toneladas de estos productos, pero ante la falta de precipitaciones, la estimación actual ha disminuido a solo 23 mil toneladas.
En este sentido, el funcionario federal puntualizó que este descenso se reflejará en los ingresos de los agricultores, quienes tendrán que enfrentar menores volúmenes de producción y, por ende, menores ganancias, lo cual será una afectación para ellos.
Asimismo, destacó que, aunque las afectaciones serán considerables, no se espera una pérdida total de las cosechas. Las áreas de temporal sembradas este año en el distrito abarcan cultivos clave como la avena, con donde fueron sembradas 741 hectáreas.
Además se sembró frijol, con 297 hectáreas; maíz forrajero, con 2 mil 445 hectáreas; maíz grano, con 773 hectáreas; y sorgo forrajero, con 982 hectáreas. Sin embargo, la falta de agua ha sido un factor determinante para la reducción en los rendimientos.
Los municipios dentro del distrito de Parral incluyen Allende, Matamoros, Parral, Santa Bárbara, San Francisco del Oro, Huejotitán, El Tule, Rosario y Valle de Zaragoza. La mayoría de estos territorios dependen en gran medida de la agricultura de temporal, lo que agrava la situación económica de las familias productoras, que dependen de las cosechas para su sustento.
El jefe del Distrito 12 recordó que, aunque este año ha sido complicado, las condiciones fueron aún peores en 2023, cuando la falta de lluvias fue más extrema y se sembró menos superficie debido a la imposibilidad de preparar adecuadamente las tierras. “El año pasado hubo menos hectáreas sembradas porque no hubo condiciones para hacerlo, lo que afectó a los productores”, señaló López Ibarra.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), continúa monitoreando la situación de los cultivos de temporal en la región y ha mantenido contacto con los productores. No obstante, las previsiones para este año son desalentadoras, y los agricultores temen que las condiciones climáticas sigan afectando la producción agrícola en la zona.