A un costado de la vialidad del Río, se aprecia La Plaza del Quijote, cubierta de árboles frondosos, y lleno de recuerdos, una de las cuatro obras del proyecto Millenium III, algunos vecinos le denominan “la plaza de los enamorados”, pues las parejas han hecho de ella su recinto de amor, un puente colgante que conecta el Barrio de Guanajuato a la colonia Alfareña, luce al estilo del puente Pont des Arts en París, en donde las parejas han sellado con un candado su amor inquebrantable y mutuo.
Hoy solo don Quijote de la Mancha permanece vigilante, esperando a que al menos su fiel escudero Sancho Panza lo rescate, porque está en el completo olvido, deteriorada por el tiempo y objeto de los malintencionados que han llenado de pintas los muros, la basura esparcida y que han hecho de ella un lugar casi invisible para los transeúntes que gustan de ir a pasear a su mascota o pasar la tarde admirando el paisaje que el lugar les ofrece.
En la administración municipal del presidente Miguel Jurado Contreras en el año 2000, fueron contempladas cuatro obras para el proyecto llamado Millenium III, la Puerta del Tiempo, la Escalada del Adoquín, el Muro del Milenio y la Plaza del Quijote.
De estas cuatro obras, tres de ellas lucen en el abandono, la Escalada del Adoquín, el Muro del Milenio y la Plaza del Quijote, pues en sus inicios eran atractivos y lugares de esparcimiento para los parralenses que gustaban de salir a caminar por las tardes y apreciar los paisajes que la Capital del Mundo les ofrecía.
Sin embargo, la Plaza del Quijote, aun y con el tiempo ha permanecido latente gracias a los enamorados, que han hecho de este recinto un lugar predilecto para reunirse y manifestar su amor, pues no hay día en que no se vean parejas sentadas en las pocas bancas que quedan habilitadas.
Llama la atención un puente colgante que conecta el Barrio de Guanajuato a la colonia Alfareña, el cual luce al estilo del puente Pont des Arts en París, en donde los enamorados a semejanza de los franceses, han perpetuado su amor con el sello de un candado, inscrito en el su nombre y fecha.
Al centro de la plaza se encuentra la estatua de don Quijote de la Mancha quien permanece vigilante, esperando a que al menos su fiel escudero Sancho Panza lo rescate de los malintencionados que han convertido el lugar en un tiradero de basura y de los muros un lugar de pintas que van desde inscripciones de amor hasta palabras ofensivas.
Hoy al igual que otros dos de los recintos de este proyecto, esta plaza que es punto de reunión para algunos parralenses, está a la espera de ser rescatada y volver a la vida que un día tuvo.