Desde hace 13 años el panteón más antiguo de la ciudad, el de Dolores, es escenario de un teatro experimental donde más de 80 actores dan vida a figuras icónicas de Parral como Francisco Villa, Aurora Reyes, Pedro Alvarado, las familias Torres y Borja, así como a un sacerdote, una meretriz, mineros y comerciantes, extranjeros originarios de China, Francia y el Líbano y a un personaje llamado Simón, el enterrador. “Platicando con los Muertos” es una representación artística de la asociación ValorArte que se ha vuelto una tradición y se realiza después del Día de Muertos con el objetivo de que esas pláticas conserven la cultura de los parralenses a través de su historia desde un espacio místico y de reflexión.
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Surgido como parte de un proyecto escolar, “Platicando con los Muertos” se ha consolidado como uno de los eventos más esperados del año por los parralenses y turistas que disfrutan de la historia, de la cultura en sus diferentes expresiones ya que esta peculiar puesta en escena se sirve del talento actoral de niños, jóvenes y adultos que representan a personajes de renombre y de la vida cotidiana, así como de la arquitectura y esculturas que alberga el cementerio de Dolores en Parral, Chihuahua.
Ejerciéndolas, así se conservan las tradiciones: Liliana Valdez
Liliana Valdez Córdoba, una de las iniciadoras de este evento junto con Martin Márquez y Laura Reveles, expresó que una forma de conservar vivas las tradiciones es ejerciéndolas, por lo que cada año se revive la memoria de los difuntos que representaron algo para Parral y siguen siendo parte de la identidad que hoy enorgullece a sus habitantes.
Francisco Villa y sus “Dorados” son personajes que no pueden faltar, también Aurora Reyes, don Pedro Alvarado, Virginia Griensen, Josefa Molina de Torres, Ángela Jurado, Jesús “El Cuadrado” Valdez y decenas de habitantes de esta antigua necrópolis que a lo largo de los años ha recibido en sus místicos aposentos. No todos ellos descansan aquí, pero sí su memoria que vale la pena concentrar en un solo lugar dedicado a la muerte.
La entrevistada da testimonio del origen de este proyecto, pues junto con sus entonces alumnos del Tec Milenio decidió armar un itinerario actoral para dar vida a la cultura de Parral a través de sus personajes históricos y del contexto popular, en un escenario como lo es el panteón de Dolores, que en 2009 fue declarado museo de arte funerario.
Hoy después de la primera representación donde participaron cerca de 50 jóvenes y sus familias en 2012, “Platicando con los Muertos” recibe hasta 4 mil espectadores en dos días de recorridos, de manera gratuitos y con el único interés de preservar la memoria de los difuntos mediante diálogos que van desde la solemnidad hasta la sátira, reflexionando siempre sobre la vida y la muerte porque ese es su objetivo, hacer consciente al público del paso del tiempo y que en lugares como Dolores no hay distinciones, todos permanecen bajo la misma tierra.
Valdez Córdoba rememora que espacios como el panteón de San Fernando en la Ciudad de México y la fotografía post mortem de la segunda mitad del siglo XIX fueron de inspiración para ambientar el proyecto, el cual se ha ido fortaleciendo con elementos culturales y de tradición por el Día de los Muertos, destacando sobre todos los elementos de aquello que es local y único en Parral y su región.
Dolores, un panteón privilegiado por la historia
Asimismo, subraya que el panteón de Dolores es privilegiado al albergar a decenas de personajes cuya trascendencia han puesto a Parral en el mapa histórico y cultural de México, apuntando que los parralenses que no están ahí como el descubridor de la mina fundadora de la ciudad, Juan Rangel de Biezma, son traídos a la memoria de los participantes porque son importantes para la narrativa de lo que ahí se ofrece, la grandeza y el orgullo de una comunidad que se ha construido por más de 393 años.
La también promotora cultural afirma que previo a eventos que emprendieron algunas escuelas como la instalación de altares; “en aquellos años la tradición era sólo ir al panteón a limpiar tumbas, colocar flores y rezar en familia… el folclor de la celebración aún no tomaba fuerza”.
El éxito del proyecto, afirma, consiste en la curiosidad que tiene el mexicano de convivir con la muerte, de manera respetuosa. Por ello es que actualmente 80 actores desde los 3 años hasta los 70 entran en escena para abordar el tema de los muertos desde su complejidad y contrastes, sin dejar atrás a las almas que son presas del olvido ni los recursos artísticos que forman parte del panteón, como las esculturas de los ángeles y los monumentos elaborados por maestros canteros como Gabino Alcalá a principios del siglo XX.
De igual manera Liliana Valdez reconoce el esfuerzo de los colaboradores que a lo largo de 13 años han aportado grandes ideas y su trabajo al evento, como Homero de la Fuente, Salvador Monárrez, Laura Barraza, Jorge Rabling, Gustavo Esparza, Josefina Rosales, Azucena Torres, Jonathan y Erik Velázquez, Rafael Velázquez, el Teatro Guillermo Baca y decenas de personas más.
Toda la comunidad unida en torno al evento
Sobre la continuidad del proyecto declara que se necesitan “dignos herederos” que defiendan la cultura y la ejerzan, que respeten la visión de evento que atrae a personas no sólo de la ciudad sino de todo el país e incluso Estados Unidos y que ha otorgado al equipo organizador la satisfacción de haber motivado a la comunidad, uniéndola en una nueva tradición que rescata los valores del pasado y hace reflexión de vida que es finita.
Todo ello implicado también a la necesidad de conservar el panteón de Dolores que registra deterioro y vandalismo en su haber, por lo que pide a las autoridades poner atención a este tipo de bienes inmuebles que están en peligro de desaparecer.