El recién nombrado secretario Técnico de Educación Media Superior, Martín Chaparro, dijo que el principal reto es sacar adelante un proyecto que permita diseñar una curricular en común para dicho nivel en las distintas instituciones del país y que permita la movilidad tanto de estudiantes como de profesores, la cual incidiría de manera sentida en las cifras de deserción. Además, agradeció al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, por invitarle a colaborar en el tema educativo durante los últimos meses de su gestión.
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Señaló que su nombramiento es un espacio que el Presidente le confirió para que ayude en el último tramo de su gestión y por ello acudió a la Ciudad de México desde el primero de octubre a colaborar y contribuir con lo que calificó un granito de arena que desde siempre han tenido por el bien de la sociedad.
Dijo que como nivel Medio Superior son grandes porque existen más de 14 instituciones que se dedican a la educación, siendo Bachillerato, Bachilleres del Mar, Conalep, direcciones Dgetis, escuelas preparatorias incorporadas a las universidades públicas, entre otras.
Manifestó que el gran reto es diseñar una curricular común que permita que los estudiantes y los maestros tengan movilidad entre las instituciones, es decir que un maestro que trabaja con la ley se pueda cambiar a Colegio Bachilleres y si así lo desea, cuando ya tengan un marco curricular común, un alumno de Conalep se pueda ir a un bachilleres y se pueda dar la portabilidad.
Lo anterior, es decir que las materias que los estudiantes toman se les puedan revalidar en las otras, que se los tomen en cuenta porque como estaba la educación anteriormente, al ingresar a una institución tenías que terminar.
“Ese es el principal reto, ahorita el establecimiento de un marco común curricular que le permita a los jóvenes moverse de una institución a otra y a los maestros también, esto evitaría la deserción”, indicó.
Manifestó que si bien no evitaría en su totalidad la deserción, incidiría de manera sentida en el hecho de que la salida de los estudiantes tiene que ver con que no les guste lo que decidieron entrar, entonces regresar a iniciar en otra escuela para ellos implica una pérdida de año y eso automáticamente pues nadie lo quiere y menos en esa edad, según indicó.
Indicó que cuando los jóvenes sienten la necesidad de tener un recurso propio ya no depender de las familias algunos que pueden depender de ella y otros que no, pues ya a cierta edad se les exige contribución en la casa, pues tienen que trabajar, por lo que ello ayudaría para evitar, si no de manera total, la deserción escolar, si cuando menos contribuir a que no sea tan elevado el índice y ese tronco como un pro.
“Dos años en los primeros semestres porque ya al final de cada uno de los bachilleratos tendrían que retomar el objetivo para el que fueron creados, por ejemplo, pues lo que son las Dgetis, esas escuelas técnicas agropecuarias o técnicas industriales, pues tienen que tomar ciertas materias, pero esas materias ya serían en los semestres superiores”, indicó.