Luego de que el mes pasado se presentara una plaga de garrapatas en la comunidad de Los Carrizos, afectando a más de 20 viviendas, el coordinador de dicho asentamiento indígena informó que esta fue controlada por la Jurisdicción Sanitaria, mediante la fumigación de los espacios y vacunación de mascotas; no obstante, ante el constante olvido en el que permanecen el lugar se encuentra con espacios insalubres, debido a que los desechos se encuentran a la intemperie, lo cual genera un foco de infección.
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Fue durante los primeros días del mes de julio del presente año que se dio a conocer acerca de una plaga de garrapatas en el referido asentamiento indígena, lo cual representó una alerta preventiva de salud para los habitantes.
Ante ello el coordinador del asentamiento, Ramón Rocha Chaparro, solicitó de manera urgente la atención de la Jurisdicción Sanitaria lll, debido a la problemática que se estaba generando principalmente en los hogares.
Por su parte personal del área de Zoonosis y Vectores de la Jurisdicción Sanitaria acudieron a realizar el procedimiento de fumigación en el albergue, tras la alerta por la presencia de garrapatas.
Ramón Rocha comentó que esta situación se logró solucionar tras la intervención de la Región Sanitaria III, quienes comenzaron una revisión en al menos 20 viviendas las cuales se fumigaron, incluso las mascotas fueron vacunadas.
El entrevistado argumentó que esta situación representaba una alerta sanitaria debido a que en el asentamiento viven 43 familias, que tenían que realizar sus actividades ante la presencia de ácaros que caminaban por las paredes.
Afortunadamente se tomaron las medidas preventivas a tiempo, ya que esta situación no género que algún habitante pudiera verse afectado, tomando en cuenta que las garrapatas son conductores de diferentes enfermedades infecciosas.
A pesar de que se han establecido trabajos coordinados con diferentes instancias para favorecer el desarrollo de la comunidad indígena, aun las condiciones en las que viven las familias son precarias ya que muchas de las viviendas aún son de madera y solo las logra cubrir un hule negro.
La deuda con la comunidad indígena continúa escribiendo su historia, ya que a pesar de vivir en una ciudad como Parral, este sector población se mantiene al margen de todos los insumos, incluso básicos y necesarios para que un individuo pueda desarrollarse.
En el lugar, las condiciones de sanidad desfavorecen la real y natural realización, su simple y normal vida, hace que los individuos se conformen con su condición, ya que por más que se solicita y exige mayor atención y apoyo, esta nunca llega, por lo que la única salida es continuar con lo poco que tienen.