Más de 8 mil productores de frijol de Chihuahua registraron una disminución de más del 80 por ciento en las ventas del producto; tomando en cuenta que el año pasado se cosecharon 69 mil 091 toneladas de frijol que se cotizaron en 22 mil pesos cada una y que este año se registró una cosecha de 7 mil 599 toneladas que se cotizaron en 35 mil pesos cada una la disminución representa un total de mil 254 millones 037 mil pesos; lo anterior según datos del Sistema de Información Agroalimentaria con opinión del Jefe de la Sader en Jiménez.
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En un golpe para la economía de los productores de frijol en Chihuahua, más de 8 mil agricultores han registrado una alarmante disminución del 80 por ciento en las ganancias por las ventas de su producto.
Según datos del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera, en comparación con el año pasado, la cosecha de frijol se redujo hasta un 89 por ciento, pasando de 69,091 toneladas a tan solo 7,599 toneladas en la presente temporada.
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Déficit en producción de frijol, pérdidas millonarias
El impacto económico de esta abrupta caída en la producción es significativo. Mientras que el año pasado cada tonelada de frijol se cotizaba en 22 mil pesos, este año, debido a la disminución en la oferta, el precio se ha elevado a 35 mil pesos por tonelada.
Por lo cual, en términos monetarios, esto se traduce en una pérdida total de mil 254 millones 037 mil pesos para los productores de frijol de Chihuahua. Tomando en cuenta que el año pasado se generaron aproximadamente mil 520 millones 002 mil pesos.
Roberto Baca Perea, jefe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en Jiménez ha expresado su preocupación ante esta situación, destacando la importancia de abordar de manera urgente las causas subyacentes de esta crisis.
Expuso que entre las posibles causas de esta drástica disminución en la producción se encuentran condiciones climáticas adversas, plagas o enfermedades que afectaron los cultivos. La comunidad agrícola local busca respuestas y soluciones, mientras se enfrenta a la difícil tarea de recuperarse de las pérdidas económicas.
Aseveró que esta crisis en la producción de frijol no solo representa un golpe para la economía de los agricultores individuales, sino que también podría tener consecuencias a nivel regional y nacional, afectando la oferta y la demanda de este importante producto básico en la dieta de los mexicanos.
En respuesta a la crisis en la producción de frijol en Chihuahua, Baca Perea, expresó su perspectiva y desafíos que enfrenta la región. Señaló la iniciativa del Presidente de fomentar la siembra de maíz y frijol para lograr la autosuficiencia alimentaria en el país. Sin embargo, hizo hincapié en las dificultades que enfrenta Chihuahua, especialmente en lo que respecta al cultivo de frijol.
Desafíos para el campo chihuahuense por la sequía
En sus declaraciones, Baca Perea explicó que el estado de Chihuahua depende en gran medida de la siembra de frijol de temporal, pero en esta temporada no se registraron las condiciones climáticas adecuadas.
Destacó que incluso los cultivos de riego, aunque escasos, están siendo objeto de esfuerzos de rescate. Además, resaltó la importancia de asegurar la disponibilidad de semillas certificadas para garantizar la reproducción en la próxima temporada, ya que la escasez de semilla de calidad podría convertirse en un problema.
El Jefe de la Sader en Jiménez compartió la preocupación del presidente por la necesidad de ser autosuficientes en la producción de frijol. No obstante, subrayó que la rentabilidad de este cultivo varía según la región, y en el caso específico de Chihuahua, se ve afectada por los costos asociados al bombeo eléctrico para la irrigación, lo que lo convierte en una opción menos rentable.
Baca Perea concluyó señalando la naturaleza temporal de los desafíos actuales, reconociendo el respaldo del gobierno a través de apoyos a los productores de frijol. Afirmó que la falta de siembra no se debió a negligencia por parte de los agricultores, sino a condiciones climáticas adversas que limitaron la humedad necesaria para la germinación de los cultivos. En este contexto, también resaltó la importancia del precio de garantía como un factor determinante para el futuro de la producción de frijol en la región.
Destacó la necesidad de buscar alternativas viables para restablecer la suficiencia alimentaria en la región. Se planteó la posibilidad de evaluar la importación desde el Pacífico o el Atlántico para determinar la opción más económica.
Baca Perea reconoció los estragos causados por la sequía, señalando que el campo está severamente afectado, lo que pone en peligro la meta de suficiencia alimentaria mencionada por el presidente. En este contexto, abogó por la implementación de un programa de semillas como una opción esencial para aumentar la producción y la productividad en la región.
El Jefe de la SADER resaltó la importancia de incrementar la productividad, no solo en términos de cantidad sino también en eficiencia, y mencionó el apoyo del Gobierno Federal mediante programas que proporcionan fertilizantes. Destacó que el objetivo es mejorar los rendimientos, pasando de 500-600 kilos por hectárea a una tonelada, respaldando esta meta con el suministro de insumos agrícolas.
En cuanto a los productores de frijol, Baca Perea mencionó que algunos de ellos se vieron beneficiados con programas de apoyo, como el suministro de fertilizantes, especialmente aquellos que cultivan en áreas de riego. Sin embargo, enfatizó que la sequía es el factor principal que afecta la producción, señalando que, de haber llovido, la situación sería diferente.
Se abordó el tema del precio de garantía, indicando que algunos productores optaron por no vender sus cosechas a dicho precio debido a su baja rentabilidad. Mencionó casos en los que se vendió el frijol en tiendas a precios superiores, indicando una estrategia para maximizar los ingresos.
En relación con la magnitud del impacto, Baca Perea proporcionó datos aproximados indicando que alrededor de 83,000 hectáreas y 7,580 productores se verán afectados, subrayando que este cálculo incluye a los productores de riego y otros factores. La conclusión principal fue la difícil situación que enfrenta el estado debido a las condiciones climáticas adversas, dejando claro que el año ha sido desafiante y seco.