Vecinos del sector de la Talleres piden el rescate de las antiguas instalaciones que sirvieron como cuartel para las tropas del general Francisco Villa, en donde pudiera servir de espacio para el desarrollo del arte con la inclusión de jóvenes en situaciones de vulnerabilidad o en contextos de drogadicción o violencia; "es una lástima que se encuentre abandonado, podría ser utilizado para clases de pintura o escenario para presentación de obras, actividades culturales que permitan la integración a jóvenes del barrio".
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Antiguas instalaciones, que fungieron como cuartel para las tropas del reconocido personaje de la época de la Revolución, Francisco Villa, y una fábrica de zapatos, han permanecido durante varias años en situación de abandono, sirviendo como refugio para delincuentes o personas que acuden a consumir drogas.
Ubicada entre las calles Manuel Flores esquina con Manuel Ojinaga del Barrio de la Talleres, este espacio se ha ido deteriorando al paso de los años, por lo que los vecinos del sector señalan que es importante que esté espacio logre ser rescatado.
“Es lamentable observar cómo este espacio cada vez es destruido más, sin preservar la historia que en sus muros resguarda la época de la revolución, al haber fungido como cuartel de Villa”.
Explicaron que seria fundamental que los propietarios del inmueble realizaran un proyecto en el que se pudiera realizar actividades culturales, como exposiciones de arte, presentación de obras, pinturas.
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“Anteriormente nos tocó que se realizarán eventos en estas instalaciones, incluso fueron colocados barandales para prohibir el paso a las personas, sin embargo con el paso del tiempo nuevamente fueron vandalizadas”.
Resaltaron que a través de esta acción podrían incluirse a jóvenes de este sector quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad o en contextos de drogadicción y delincuencia.
“A nuestros jóvenes les hacen falta más actividades deportivas y culturales, a las que puedan acceder en el mismo entorno en donde se desarrollan para que descubran que se puede tener una vida diferente”.
Cabe señalar que el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Gobierno Municipal no tienen las facultades para invertir en su conservación, ya que es una propiedad privada.