En un lapso de tres meses, la participación laboral de las mujeres en Parral pasó de 7 mil 959 en diciembre del año pasado a 8 mil 045 puestos en febrero del presente año, predominando el sector comercial con 2 mil 388 mujeres. Gabriela Barraza Granados, directora de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Parral, señaló ha aumentado el nivel educativo de las mujeres, sin embargo, el crecimiento no se ha visto aparejado en la inclusión laboral, por lo que es necesario garantizarles mejores condiciones de vida, lo cual es posible con voluntad, empatía y sumando esfuerzos.
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Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) durante el mes de diciembre se registraron en un empleo 7 mil 959 mujeres, cifra que aumentó en febrero a 8 mil 045 puestos lo que representó un incremento de uno por ciento.
Con base en la información proporcionada, el sector comercio es el que encabeza la estadística ya que en diciembre un total de 2 mil 342 mujeres lograron obtener un trabajo respecto a las 2 mil 388 que se registraron en febrero, lo que representó un aumento del 1.92 por ciento.
Gabriela Barraza Granados, directora de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Parral, manifestó que el problema es que mientras ha aumentado el nivel educativo de las mujeres, ese crecimiento no se ha visto aparejado de su inclusión laboral.
Lo anterior, ya que, de acuerdo con el Inegi, de las 67 millones de mujeres que residen en el país, su participación en actividades económicas ha estado prácticamente estancada desde hace más de 10 años con una ocupación que pasó de 39.9% en 2008 a 41.3% en 2018.
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“En Coparmex tenemos claro que las mujeres requieren piso parejo y las mismas oportunidades que los hombres, quieren vivir en paz sin sufrir acoso o violencia, quieren que nada acote sus posibilidades de desarrollo”, dijo.
Señaló que en Coparmex creen en las mujeres y están con ellas, ya que se tiene claro que las empresas pueden y deben ser factor de cambio para su integración. Garantizarles mejores condiciones de vida es posible con voluntad, empatía y sumando esfuerzos.
“Hacen falta políticas públicas que permitan que las mujeres se desarrollen en plenitud y libertad en el ámbito educativo, laboral, familiar y social”, finalizó.