Se une la Diócesis de Parral a la Jornada de Oración por la Paz, tras la violencia que se enfrenta en el país, la feligresía fue partícipe de la misa dominical efectuada en la Catedral, presidida por el sacerdote Miguel Gamboa, Vicario adscrito a Catedral, quien exhortó a los asistentes a orar por quienes han perdido la vida dando testimonio de fe.
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Este domingo 10 de julio, la feligresía acudió a misa dominical, uniéndose a la jornada nacional por la paz, como símbolo de ello algunos acudieron con una prenda blanca.
Lo anterior luego de que la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica, a través de un comunicado invitara a la feligresía del territorio nacional a unirse a la Jornada de Oración por la paz, en la que durante estas semanas, se ofrecerán algunos subsidios.
El documento refiere: “¡Nuestro México, necesita vivir en paz! conscientes de esta realidad, los invito a hacer nuestro (como lo hemos hecho en otra ocasiones) el clamor y el sufrimiento de tantas personas que están padeciendo y han padecido por la barbarie de la violencia, y unirnos a la propuesta de la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Superiores mayores y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, que nos piden promover una Jornada de Oración por la paz”.
El Presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica, Monseñor Víctor Sánchez, refirió que en estos momentos cruciales hacen memoria de las palabras que Jesús les dijo a sus discípulos "La paz les dejo, mi paz les doy", ya que la paz es un don y una tarea de todos; por ello, invitó a los fieles a comprometerse en la oración y trabajar por sembrarla.
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Por ello la Diócesis de Parral se unió a dicha jornada nacional, ofreciendo la misa dominical presidida por el sacerdote Miguel Gamboa, Vicario adscrito a Catedral, quien indicó que la intención primordial de todas las Eucaristías celebradas en todo el país, es pedir a Dios por la paz, haciendo memoria de todos aquellos que dando testimonio de fe, dieron su vida por el Evangelio.
Teniendo como tema central la parábola del buen samaritano, el presbítero en su homilía comentó que no basta con que las personas sepan lo que está bien y lo que está mal, ni tener claros los conceptos de lo correcto e incorrecto, sino que es necesario pasar a la acción.
“La fe, el seguimiento de Jesús no se trata solamente de ideas abstractas, se trata de un testimonio de vida, se trata de poner mis fuerzas, todo mi ser al servicio del hermano, ahí al servicio del prójimo, porque en él se encuentra Cristo crucificado, Cristo doliente”. expresó.
Asimismo pidió a Dios, el buen samaritano que ha curado las heridas de la humanidad, brinde entrañas de misericordia, así como un corazón grande para saber reconocer en el camino de la vida a todos los necesitados que requieren de una ayuda.