Con una extensión de mil 620 kilómetros cuadrados en el subsuelo de los municipios de Hidalgo del Parral, Santa Bárbara, Matamoros, Allende, San Francisco del Oro, así como una pequeña parte del municipio de Huejotitán, el acuífero Parral-Valle del Verano actualmente padece de un déficit hídrico de 34 millones de metros cúbicos, lo que ha generado que se dispare la presencia de materiales pesados como el plomo en el agua que consumen más de 140 mil habitantes de la región sur del estado, al bombear el líquido de mayor profundidad a la superficie.
Este acuífero de acuerdo a información de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pertenece a la región hidrológica No.24 denominada, como zona alta de la cuenca del Río Conchos, Río Bravo y sub-cuenca del Río Florido.
Esta importante masa de agua subterránea, cuenta con un volumen de extracción de 60 millones 851 mil 836 metros cúbicos anuales, de los cuales existe un déficit de 34 millones 151 mil 835 metros cúbicos por año, lo que da como resultado, que no existe volumen disponible de agua para otorgar nuevas concesiones de extracción, de acuerdo a Conagua.
Así mismo, de la cantidad concesionada de extracción de agua del acuífero Parral-Valle del Verano existen 143 títulos de concesión para el uso de agua público-urbano, con 13 millones 422 mil 727 metros cúbicos anuales; seguido de 180 títulos de concesión, con un volumen concesionado de ocho millones 942 mil 434 metros cúbicos anuales para uso agrícola, y en tercer lugar con el registro de tres concesiones, con un volumen concesionado de agua de 700 mil 560 metros cúbicos anuales, se encuentra el sector industrial.
Derivado de la actividad minera, que hubo y hay en la región, según fuentes de ingeniería hidráulica y ambientalistas, las principales fuentes agua fueron contaminadas, por el mal manejo de agentes químicos y residuos de la minería como los denominados jales, lo que ocasiona daños irreversibles en el acuífero Parral-Valle del Verano.
Los primeros datos de alerta de dominio público donde se dieron a conocer las altas contracciones de metales pesados, en especial el del Plomo (Pb), en el agua de Parral, fue en los foros realizados durante la administración de Javier Corral, el Plan Estatal Hídrico 2020-2040.
De acuerdo a datos de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, dentro de un estudio de análisis de calidad de agua, en lo que respecta a las concentraciones de plomo de diversas regiones de estado de Chihuahua, realizado del 2010 al 2017, se determinó que, la región que presenta mayor concentración de Plomo (Pb) en el agua, es la de Hidalgo del Parral, sobrepasando lo establecido por la NOM127-SSA1-1994, de salud ambiental, agua para uso y consumo humano, que es de 0.010 mg/l como límite permisible.
Derivado de las altas concentraciones de metales pesados con las que cuenta el agua que se le suministra a los parralenses, se habilitaron dos plantas tratadoras de agua; denominadas Planta Parral y Planta la mina La Prieta.
La mina La Prieta cuenta con 29 niveles en el subsuelo, 27 de ellos se encuentran inundados, de ahí se extrae agua a cien metros de profundidad, cuyo fluido hídrico, puede abastecer a parral por más de cien años, según información de ingenieros operadores de la planta de la JMAS Parral.
El agua que se procesa en la Planta Purificadora mina La Prieta, presenta altas concentraciones de diversos elementos como: Cadmio que sobrepasa treinta veces la norma oficial, que es de 0.005 mg/l; plomo, que supera quince veces supera la norma, que es de 0.010 mg/l; flúor; zinc; solidos disueltos; manganeso y fierro, de acuerdo a información de la JMAS Parral.
Para el proceso de purificación de agua que se extrae de la mina La Prieta, se le dispersan diversos productos químicos, para después pasar al coagulante y el floculante, proceso que ayuda a la precipitación de los metales pesados; en donde a partir de dicho proceso, la purificación se divide en dos módulos.
Los metales pesados del agua se precipitan con sosa caustica y permanganato de sodio (oxida el fierro y el manganeso), en donde dicho proceso ayuda a evitar, que al momento de pasar a la osmosis inversa no se sature.
Después de ese proceso, pasa a otro más, que es el de clarificación y sedimentación, mismo que en la Planta Parral. Luego de este proceso, pasa los filtros “horizontales” en los cuales se eliminan los olidos suspendidos, para pasar a un tanque de agua clarificada de 70 metros cúbicos.
Los residuos de agua que ya no sirven, pasan a un lago que se ubica en la parte trasera de la Jales, cuya agua se utiliza principalmente, para regara los mismo, según información de la JMAS de Hidalgo del Parral.
De la clarificación pasa a la filtración con zeolita, en donde el fierro y manganeso que no se eliminó dentro de este proceso se la da otra tanda al agua, con hipoclorito de sodio y carbón activado (el carbón, elimina olores y sabores).
Como último proceso pasa la osmosis inversa, con un proceso de desinfección con luz ultravioleta, lo que da como resultado final agua potable.
A los contendedores de agua, entran 21 Lts/s cada uno; de 43 Lts/s que se extraen de la mina, para al término del proceso, verter 30 Lts/s a la red pública de agua, de acuerdo a información proporcionada por ingenieros administradores de la Planta Mina la Prieta de la JMAS Parral, en un recorrido por el sitio.
De igual manera en la Planta tratadora denominada, Parral el ingeniero Humberto Armendáriz, expresa que la planta potabilizadora, se abastece de tres afluentes hídricas distintas que son: mina Arbolito, mina Esmeralda y presa Parral.
El agua de la presa Parral contiene manganeso, el cual mostró un incremento en las concentraciones de agosto del 2021 en adelante y solidos suspendidos, lo que ocasiona que se vea el agua turbia, según expresa Humberto Armendáriz, jefe operador de la Planta Potabilizadora Parral. El proceso que se utiliza en la Planta Potabilizadora Parral es de coagulación, floculación, sedimentación y filtración.
“En el caso del agua de la mina Arbolito, son un poco diferentes las aguas, por eso hay que separarlas. Por osmosis se trata el agua de la mina la Esmeralda”, dijo.
Pese a que se tiene estas plantas potabilizadoras de agua, la región de Parral sigue siendo una de las más contaminadas por plomo en agua y suelo, el cual proviene en su mayoría del mal manejo de los jales, en donde la Sociedad Química de México, refiere que en el sitio se identificaron altas concentraciones de plomo y arsénico, en los jales de los alrededores, cuyas concentraciones oscilan entre 78,03 ± 2,67 a 5748 ± 263,63 [mg kg-1].
Para la distribución de agua en la cabecera municipal de Parral, la cual es deficiente, se estima que se pierde entre un 30 a 40% de agua, por fugas en la tubería.