Carlos Parra y Mario Rivera son los dos motociclistas originarios de Tijuana, Baja California, que se quedaron atrapados por más de 48 horas en el camino que conduce de Urique a Batopilas, ambas localidades de la sierra chihuahuense. Debido a las difíciles condiciones climatológicas que les tocó experimentar, pasaron un día y medio sin probar alimento a la espera de ser auxiliados.
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En entrevista exclusiva para El Sol de Parral, horas después de ser rescatados, narraron lo vivido en lo más profundo de la Sierra Madre Occidental. “Batallamos hasta ocho horas en avanzar 200 metros por la dificultad para transitar, estamos muy agradecidos con los pobladores, el Gobierno Municipal y del Estado así como con el Ejército quienes acudieron por nosotros”.
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El pasado miércoles, los dos turistas que se encontraban de viaje por la Sierra Tarahumara decidieron emprender una travesía por caminos de terracería, misma que se convertiría en todo un reto. Ellos se encontraban en Urique, un municipio enclavado en la Sierra Madre pero decidieron partir hacia Batopilas durante el amanecer, otra población ubicada en lo más recóndito del estado de Chihuahua.
Carlos Parra narró que previo a su salida, unos pobladores les anticiparon que el terreno estaba “un poco” complicado por las intensas precipitaciones, situación que ellos contemplaron y se dijeron preparados, logrando atravesar hasta el sector conocido como Los Pinos, donde los mismos habitantes les señalaron que el terreno ya mejoraba bastante, sin embargo, la lluvia comenzó a caer por la tarde.
Expresó que continuaron su camino hasta llegar a un poblado denominado Piedra Redonda, lugar en el que decidieron acampar debido a que las motocicletas en las que viajaban se empezaron a resbalar con el barro del camino.
Para el día jueves, la lluvia cesó, por lo que decidieron emprender nuevamente su ruta con destino a Batopilas, pero aún había bastante lodo, situación que les permitió avanzar únicamente 200 metros en ocho horas. “Limpiábamos la llanta y a los tres o cuatro metros se nos volvía a llenar de barro y con hojas de pino, lo que nos dificultaba mucho avanzar”, mencionó Parra.
Contó que se toparon con otros pobladores que les indicaron nuevamente mejorías en el camino y les brindaron un poco de agua y avena. “Seguimos y ya nos empezamos a atascar demasiado, no pudimos, duramos ya como 8 horas para avanzar pocos metros ya por lo mismo más adelante decidimos evaluar la ruta y nos bajamos de las motos”.
Ante el agotamiento físico, decidieron pedir ayuda, además de que les quedaba poca agua y se apoyaron tomando líquido de unos ríos, mismo que hirvieron para seguir hidratándose.
Recordó que fue cerca de las 6 de la tarde cuando mandaron la alerta a través de un localizador satelital, aparato que cada dos minutos les permite compartir ubicación con familiares o personas de confianza.
“Sabían dónde estábamos, nos mandaban mensajes, nos preguntaban cómo estábamos, cómo podían ayudar, pero les comentamos que ya nos estaban ayudando del pueblo de Batopilas”, acotó Parra.
Mencionó que dos horas después acudió una camioneta con dos personas que habían mandado del pueblo para apoyarles, pero además era de noche y ninguna de las dos motocicletas cabía en la unidad que los iba a trasladar.
Dijo que finalmente al filo de las 07:00 horas del viernes, escuchó un helicóptero de la Secretaría de la Defensa Nacional que descendió muy cerca del camino en el que se encontraban y del cual nunca se desviaron.
Posteriormente, señaló que después de varios minutos llegaron tanto personal del municipio de Batopilas en dos camionetas, además de dos vehículos con elementos del Ejército Mexicano pertenecientes a la 42 Zona Militar.
Parra manifestó que de manera inmediata les apoyaron al darles comida y bebidas, además de colaborar en el traslado de las motocicletas las cuales llegan a tener un peso superior a los 400 kilos, por lo que entre más de 10 elementos las subieron a los vehículos.
Relató que posterior al rescate, emprendieron el camino a Batopilas donde les brindaron toda la atención, los llevaron a un Centro de Salud para una revisión, determinando que únicamente presentaban ligera deshidratación por lo que los dotaron de sueros.
“Nos dieron toda la atención, nos ayudaron a bajar las motos, las lavamos y les quitamos todo el barro que tenían porque estaban “amarradas” las llantas de tanto lodo, nos llevaron a comer porque no habíamos comido ya cerca de día y medio, por cierto, unos platillos muy ricos”, indicó.
Dijo que ambos se encuentran muy agradecidos con el pueblo y con los soldados que en todo momento los estuvieron apoyando, además de que es un evento para recordar y que sin duda alguna, volverían a recorrer el camino pero desde luego en mejores condiciones ya que los paisajes que ofrece la Sierra de Chihuahua son únicos.
Es de recordar que durante la noche del pasado jueves, al menos 20 elementos pertenecientes a la 42 Zona Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional con sede en Hidalgo del Parral, Chihuahua se movilizaron al pueblo mágico de Batopilas tras una llamada que solicitaba su intervención urgente en el lugar.
De manera inmediata el General de Brigada Diplomado del Estado Mayor, Alejandro Silva Hernández, ordenó la movilización del personal castrense hasta el referido municipio, siendo elementos del 76 Batallón de Infantería con base en Parral y del 66 Batallón de Infantería de Delicias asignados en Guachochi, quienes acudieron al auxilio.
El municipio de Batopilas está ubicado en el fondo de una barranca en la Sierra Madre Occidental, por lo que la manera de llegar hasta dicho lugar es mediante el Tren Chepe, automóvil o autobús.
La distancia entre Chihuahua capital y Batopilas es de 397 kilómetros. Por carretera toma aproximadamente siete horas y pasa a través de Cuauhtémoc, Rancho de Peña, Santa Isabel, Páramo de Morelos, San Juanito y Creel.
Mientras que partiendo de Parral, el trayecto es de aproximadamente cinco horas y media, saliendo por la carretera a Guachochi y atravesando las localidades de El Tule, Balleza, Guachochi, Rocheachi y La Lagunita.
