Jesús Alfonso Baca Méndez, nuevo vicario general de la Diócesis de Parral, puesto que había ocupado el ahora obispo de la Diócesis de Linares, asimismo se nombró a los presbíteros Roberto Tarín, encargado del decanato zona Jiménez, y Rogelio Flores como vicario episcopal de Pastoral de la Diócesis.
El obispo Mauricio Urrea Carrillo, designó al presbítero Jesús Alfonso Baca Méndez, vicario general de la Diócesis de Parral, puesto que había desempeñado el ahora obispo de la Diócesis de Linares, César Alfonso Ortega Díaz.
El trabajo de vicario general corresponde a un oficio de asistencia al obispo, y se constituye como el colaborador más cercano en el gobierno de la Diócesis, con la potestad ejecutiva ordinaria que corresponde por derecho al obispo diocesano.
Lo anterior para realizar cualquier tipo de actos administrativos, excepto los que el obispo se reserve o que según el derecho, requieran orden especial del obispo. El vicario general puede cumplir otras funciones por mandato especial, facultades habituales o potestad delegada, debe informar al obispo diocesano sobre los asuntos más importantes, y nunca actuará contra su voluntad o sus intenciones.
Asimismo el obispo Urrea Carrillo nombró al sacerdote Roberto Tarín Arzaga, encargado del decanato zona Jiménez, puesto que desempeñará por un periodo de tres años a partir de la fecha de su nombramiento.
Por último el líder pastoral designó al presbítero Rogelio Flores Herrera, como vicario episcopal de Pastoral de la Diócesis de Parral el cual deberá impulsar, organizar y coordinar a través de métodos de trabajo así como de formación en la búsqueda de los medios necesarios, que permiten que el anuncio de Cristo llegue a las personas.