El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de septiembre 2024 ha revelado un incremento significativo en el costo de diversos productos de la canasta básica, así como de energéticos esenciales como la gasolina y el gas Lp. A pesar de que el aumento general de precios fue del 4.6 por ciento, productos fundamentales presentaron las mayores alzas como el frijol, que tuvo un incremento del 12.4 por ciento, los plátanos, subieron un 10.8 por ciento y la papa, un 9.1 por ciento.
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Entre los productos que registraron las mayores alzas se encuentran el frijol, con un incremento del 12.4 por ciento, los plátanos, que subieron un 10.8 por ciento, y la papa, con un 9.1 por ciento . Estos alimentos son básicos en la dieta de muchas familias, lo que genera preocupación por la pérdida del poder adquisitivo en comparación con septiembre de 2023. En contraste, el jitomate presentó una disminución del 8.4 por ciento , un alivio relativo dentro de los productos agrícolas.
En cuanto a los energéticos, la gasolina de bajo octanaje mostró un incremento del 6.3 por ciento, mientras que la de alto octanaje subió un 2.5 por ciento. Sin embargo, el gas doméstico Lp fue el insumo que más encareció, registrando un aumento anual del 14.7 por ciento. Este encarecimiento afecta tanto a hogares como a industrias, especialmente en una época donde el gas es indispensable para la calefacción y la cocina.
El aumento en los precios de los alimentos, bebidas y tabaco, que representan el 27.9 por ciento del INPC, contribuye significativamente a la inflación. Aunque el incremento de este sector fue del 4.8 por ciento, ligeramente superior al INPC general, fue menor al registrado en 2023, cuando alcanzó el 6.1% por ciento. No obstante, este aumento sigue impactando a los sectores más vulnerables, que destinan una gran parte de su ingreso a la compra de estos productos.
Otros productos agropecuarios también han mostrado fluctuaciones importantes. Por ejemplo, la producción de aguacate disminuyó un 7.5 por ciento, lo que ha elevado su precio en el mercado. Asimismo, productos como el pepino, la calabacita y la guayaba vieron reducciones en su producción, lo que también podría traducirse en precios más altos en los próximos meses.
El precio de la carne también se ha visto afectado, con un incremento del 8.4 por ciento en el precio de la carne de cerdo y del 3.9 por ciento en la carne de res. El huevo, un alimento básico, registró un aumento del 15 por ciento, mientras que el litro de leche aumentó un 5.8 por ciento. Estas alzas agravan el panorama para los hogares de bajos ingresos, que dependen de estos productos para su alimentación diaria.
El informe del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) subraya que la oferta de algunos productos ha disminuido, lo que genera presiones en los precios. Esto se ha visto reflejado en el comportamiento de insumos como el gas y los productos alimenticios, cuyas alzas no parecen tener una tendencia de desaceleración significativa en el corto plazo.
El panorama inflacionario actual, aunque es menor que el observado en años anteriores, sigue siendo una preocupación constante para las familias. La combinación de alzas en productos básicos y energéticos sigue desafiando la capacidad de las personas para mantener su nivel de vida.