“Esto que se ha replicado en todo el país, en donde establecen un compromiso de sumarse y estar a favor de la paz, y en una eventual victoria política se muestran como un constructor de paz en esta ciudad, hay violencia cotidiana y eso causa sufrimiento cotidiano, queremos sumar fuerzas contra un enemigo común”, fueron las declaraciones del obispo de la Diócesis de Parral, Mauricio Urrea Carrillo quien agregó que se deben implementar leyes vigentes, así como una instrumentación política que se hagan valer.
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Como parte del diálogo nacional por la paz, el obispo de la Diócesis de Parral, Mauricio Urrea Carrillo convocó a los candidatos a la Presidencia Municipal de Parral, con el objetivo de firmar un pacto y concretar esfuerzos para establecer acciones que fortalezcan el entorno social.
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En su mensaje el líder pastoral agradeció la atención de atender este llamado en pos de un asunto común y urgente, que es la construcción de la paz.
Recordó que, en el año 2020 en pleno desarrollo de la pandemia, el Santo Padre entregó la carta universal a la iglesia del mundo y a todos los seres humanos de buena voluntad a lo que él denominó Fratelli tutti.
“Todos somos hermanos, una de las frases de San Francisco de Asís, sobre la convivencia, la cooperación y la amistad social, creo que todos somos testigos, no solamente en la calle, en el trabajo, sino que en los hogares de que el ambiente violento desgraciadamente va subiendo”, dijo.
Ante ello, expuso que es necesario destacar la paz y en primer orden para bien de todos, por lo que el Papa al final de la encíclica expone dos cosas interesantes, como la arquitectónica y artesanía de la paz.
Informó que la arquitectónica es aquella que está a cargo de las instituciones, que de manera deliberada deben buscar la paz en una región, sociedad y cuidar de esa paz, en una amistad delicada pero que no tiene que ser quejosa ni separada de la política y derechos.
Argumentó que debe haber unas leyes vigentes, así como una instrumentación política que las hagan y que se cumplan, ya que eso a lo que se denomina impunidad es realmente uno de los principales problemas.
Refirió que hay una artesanía de la paz, lo cual toca a cada ciudadano en cuanto individuos que mantiene relaciones con todas las personas, en su casa, trabajo, escuela, calle y comunidad cristiana.
“Debemos hablar de la paz, después encarnar la paz realmente hacer eso que Jesús nos enseñó un principio de no violencia radical, hay que ser radicales en la no violencia comenzando con la violencia de las palabras y naturalmente llevarlo hasta la violencia física, encarnar la paz, construir la paz, exigir la paz a las instituciones, a todos los actores sociales y ciudadano, sabemos que es un tema muy complejo, este llamado que les hacemos es el producto de dos años de trabajo, a raíz de un martirio que todos sabemos lo que pasó en Cerocahui”, destacó.
Urrea Carrillo expuso, que el objetivo es que este hecho no se quede como otro más en la vida, sino que sea fermento de una cultura ciudadana mejor, ya que durante 2 años se reunieron aproximadamente mil 600 instituciones, en donde se recaudaron más de 300 prácticas para construir, cuidar, difundir y exigir la paz.
“Esto que se ha replicado en todo el país, en donde establecen un compromiso de sumarse y estar a favor de la paz, y en una eventual victoria política se muestran como un constructor de paz en esta ciudad, hay violencia cotidiana y eso causa sufrimiento cotidiano, queremos sumar fuerzas contra un enemigo común”, finalizó.