Melissa Pérez Portillo, es una arquitecta quien a sus 23 años, fue designada directora de Obras Públicas de Santa Bárbara, convirtiéndose en la primera mujer en asumir el cargo, es catedrática del Tecnológico de Parral, percibe a la mujer de hoy con muchas ganas de tener más presencia en la sociedad.
¿Cómo es un día normal en la vida de Melissa Pérez?
Me levanto a las 5:30 de la mañana, tengo poco tiempo que me casé, en las mañanas es preparar el desayuno, toda la rutina de alistarme para irme al trabajo, una de las cosas que suelo hacer por las mañanas es hablar por teléfono con mi mamá, en mi trabajo es estar revisando pendientes y por las tarde imparto cátedra en el Tecnológico de Parral a los estudiantes de Arquitectura.
¿Qué le hace falta a la mujer mexicana para animarse a romper estereotipos culturales y sobresalir profesionalmente?
Yo creo que le hace falta primero la confianza en sí misma, el descubrir ese valor que cada una tiene en las diferentes actividades, siento que hace falta que reconozca el potencial que cada una tiene, la diferencia que cada una tiene con su presencia en la sociedad y saber que somos agentes de cambio, que la actividad que cada una realizamos marca un precedente para las nuevas generaciones.
¿Cuál es el precio personal más alto que ha pagado por estar dónde está?
A mí me tocó ingresar al servicio público a una edad muy joven, a mis 23 años yo ya estaba siendo directora de Obras Públicas, tuve una responsabilidad muy grande a una edad muy corta, en donde sacrifique tiempo personal y para mis seres queridos.
¿Cuál es la lección más valiosa que ha aprendido en la vida?
El no tenerle miedo a las cosas, el confiar en mis capacidades, aprender a darle el valor a mi trabajo, siempre he tenido una motivación muy fuerte por las mujeres que han rodeado mi vida y que me inspiran mucho, entre ellas es el ejemplo de mi abuela quien fue una mujer comerciante, totalmente entregada a su trabajo, una mujer reconocida en el lugar en donde vivía precisamente por su actividad, por su empeño, por su espíritu de servicio, y también el ejemplo de mi mamá una mujer que fue profesionista, dedicada a su casa y que siempre la he visto como una persona muy libre, en el sentido de su toma de decisiones, de perseguir sus sueños.
¿Qué experiencia negativa ha tenido que enfrentar en el desempeño de su labor?
Al asumir un puesto a una edad muy corta y estar en un medio en el que prácticamente siempre ha sido dirigido por hombres, el mayor reto es ganarte la confianza de tu equipo de trabajo, el 95 por ciento son hombres mayores y no es fácil que un hombre acepte indicaciones de una mujer, otro aspecto es el aceptar que no toda la gente va estar de acuerdo con tu trabajo, y recibes críticas.
¿A qué atribuye su éxito?
Lo atribuyo precisamente a que no he perdido esa motivación y que es lo que me hace darme cuenta que las cosas que uno desea no hay otra manera de lograrlas más que con trabajo, esfuerzo, sacrificios, perseverancia, el darme cuenta que vale la pena hacer todos los sacrificios por cumplir los sueños.
¿Cuál es el factor de mayor valor que considera la ha puesto en el lugar que hoy ocupa en la sociedad?
El principal es que me he propuesto siempre estar preparándome, arriesgarme a involucrarme en temas de decisiones importantes, el no tenerle miedo a los retos que se me han puesto enfrente y a que por más adversidades que pudieran presentarse en el camino, nunca he mirado atrás.
¿Cómo percibe a la mujer hoy en día?
Yo la percibo con ganas de tener más presencia activa en la sociedad; como docente, veo en mis alumnas ese entusiasmo por participar, por involucrarse en los temas sociales, políticos y de todos los ámbitos, ya levantan la mano para aspirar a tener un lugar, veo que cada vez somos más las mujeres que ocupamos lugares en donde se toman decisiones importantes para el rumbo de la sociedad.
¿Porque considera que exista aún la violencia hacia la mujer?
Yo creo que eso es parte de una cultura que venimos arrastrando de muchos años atrás, el hecho de establecernos o etiquetarnos a las mujeres para ciertas actividades y preservarlos hasta estos tiempos, esa es una manera de violentar nuestros derechos en cuanto a participación, pero creo que en la actualidad nosotras mismas ya estamos peleando por ello.
¿Qué debemos hacer como sociedad para promover el desarrollo de las mujeres?
Creo que eso parte más de una cuestión individual, más que de la sociedad, nosotras como mujeres empezar a trabajar en ese valor de la sororidad, empezar a impulsarnos, que quienes tenemos la oportunidad de ocupar este tipo de lugares pues irnos abriendo camino para que las futuras generaciones puedan ocupar cargos importantes.
¿Cuál es el consejo más importante que les darías a las mujeres, para que desarrollen una pasión por lo que hacen?
Que luchen por encontrar aquello que les apasiona, qué te motiva a levantarte todos los días, a ser tu mejor versión, que te hace sentir completa, y cuando encuentren eso, luchen por su propósito, que sean curiosas en el sentido de siempre ir por más, que no seamos nosotras quienes nos limitemos, no crearnos esas barreras. Y el que reconozcamos que lo que hacemos es valioso para la sociedad, y seguro es un ejemplo para las niñas que tenemos a nuestro alrededor.
Una frase que la defina la motive o sea una ley de vida.
Una frase que me gusta mucho es “Dulces son los frutos de la adversidad, que como un sapo feo y venenoso trae consigo una joya”, esta frase dice que sin duda la vida nos va a enfrentar a muchas situaciones que nos van a confrontar, que no nos van a gustar, que nos van a dar miedo, que son ese sapo feo y venenoso pero que tengamos claro que ante esas circunstancias lo que vamos a encontrar es esa joya que va a ser el fruto de nuestro esfuerzo, que va a ser la recompensa, y que esa etapa de pruebas o de situaciones que nos confronten, de ahí vamos a tomar ese impulso para seguir creciendo.