El número de madres jefas de hogar en el estado que llevan los gastos sin apoyo de otro integrante de la familia aumentó un 29.7 por ciento en los últimos tres años, pues pasó de 24 mil mujeres en 2019 a 31 mil 150 clasificadas como únicas jefas de hogar, refiere la Encuesta Intercensal de Ocupación y Empleo 2021 del Inegi.
El documento indica que las chihuahuenses se hacen cargo de los gastos con un sueldo promedio de entre seis mil y siete mil 500 pesos mensuales.
Refiere además, que las actividades económicas que más llevan a cabo las jefas de familia son del sector comercio, alimentos e industria, en puestos operativos.
Además, de acuerdo con la Encuesta de Uso de Tiempo Libre presentada por el Inegi, la mayor parte de las mujeres chihuahuenses tienen una doble jornada por lo que realizan 2.5 veces más trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, que los hombres.
Aunado a lo anterior, las mujeres que llevan una doble jornada destinan su tiempo libre al cuidado de hijos, limpieza de casa y preparación de comida, actividades a las que destinan alrededor de seis horas, en tanto que los hombres invierten menos de tres horas en trabajo dentro del hogar.
Cabe citar que las mujeres son uno de los grupos más vulnerables, pues de quienes laboran fuera de casa, un 80 por ciento percibe un sueldo inferior a los 8 mil pesos mensuales.
Cabe señalar, que un 30 por ciento de las mujeres que trabajan, lo hacen en la informalidad, sin un contrato escrito con actividades específicas, duración de la jornada laboral, prestaciones ni vacaciones, por ende, tampoco cuentan con derechos laborales ni protección social, incluida la atención médica.
Por otra parte, seis de cada diez mujeres que laboran dijeron haber sido objeto de algún tipo de violencia en sus trabajos, por el solo hecho de ser mujeres, o por estar embarazadas, pero hay otras que refieren burlas o acoso sexual por jefes o compañeros, o presión para que renuncien a sus puestos.
En la clasificación de los tipos de acoso laboral o moobing se puede identificar el que se hace por estrategia y con un objetivo, es decir, se da de un acoso descendente cuya finalidad es que la persona renuncie a la empresa.
Las mujeres que laboran para sostener sus hogares señalan este tipo de violencia como el más común, principalmente cuando están en un proceso de embarazo, y se les quiere correr sin liquidación por años de antigüedad, razón por la que propician un ambiente tenso y en gran parte de los casos renuncian al no conocer sus derechos como trabajadoras.