Se necesitan lluvias fuertes, entre 25 y 50 milímetros, de manera constante durante al menos una semana en la región de Punto Alegre, para que la Presa Parral se recupere de la sequía de los últimos años que provocó que se secara a finales de 2023. Lo anterior, de acuerdo con el titular del área técnica de la JMAS de Parral, quien detalló que la presa cuenta con capacidad de almacenar 4.5 millones de metros cúbicos que representan el vital que consumen 39 mil hogares en dos bimestres.
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Raúl Meléndez, director del área técnico de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento y Saneamiento, informó que para que la presa vuelva a llenarse son necesarias precipitaciones pluviales entre cuatro y siete días en la zona de Santa Bárbara.
De acuerdo con la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC), el pasado jueves 20 del mes en curso se registró una captación pluvial de 36.2 milímetros de lluvia, siendo ésta la principal captación en todo el estado.
La tormenta tropical Alberto trajo las lluvias más importantes en lo que va del año, destacándose que la mayor cantidad de agua registrada en el estado se concentró en la zona donde se requiere que llueva para que se recargue la presa Parral.
Recorrido por la zona árida
Durante un recorrido realizado por esta casa editora el pasado viernes 21, se pudo constatar que el área de la presa permanece prácticamente desolada, no captó pese a las lluvias registradas el jueves y viernes.
El titular de la oficina resaltó que la última vez que se llenó fue en agosto de 2022 y en aquella ocasión bastaron cuatro días para que comenzara a verter agua tras la acumulación del recurso.
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No obstante, en la investigación realizada por personal de esta casa editora a principios del año en curso la presa lucía seca; sin embargo, actualmente el vital líquido logró cubrir sólo la superficie con capacidad de almacenar 4.5 millones de metros cúbicos.
El especialista de la JMAS indicó que las primeras precipitaciones registradas en la presa favorecen para que el suelo reciba el recurso hídrico para comenzar a recargarse de manera paulatina luego de permanecer varios meses seca.
Previo a las lluvias del jueves y viernes, las últimas precipitaciones documentadas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), fueron en el mes de febrero en que los pluviómetros registraron un total de 0.5 milímetros.
Presa seca
La presa se ha secado en dos ocasiones y actualmente es la única que permanece en esas condiciones; empero, se destaca que es de las que tiene menor capacidad de almacenamiento.
Para dimensionar, se puede exponer que según datos de la Comisión Nacional del Agua, la presa La Boquilla cuenta con una capacidad de almacenar un total de 2 mil 846.782 millones de metros cúbicos de agua, que representa una capacidad 600 veces por encima al volumen de la presa Parral.
En un ejemplo hipotético, si sólo se usará el agua de la presa para llevarla a más de 39 mil hogares de la ciudad, se podría alimentar a toda la ciudad cerca de cuatro meses tomando en cuenta que el volumen mensual producido en la JMAS es de 1.021 millones de metros cúbicos.
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Hablar de la presa Parral seca no es nuevo, al menos en los últimos dos años se ha visto agotada ante las pocas precipitaciones que se registran en las zonas aledañas.
La primera ocasión fue en junio de 2022; sin embargo, para agosto de ese mismo año volvió a recargarse. La línea de tiempo avanza hasta diciembre de 2023 cuando por segunda ocasión volvió a agotarse.
El agua de la presa sirvió para garantizar el abastecimiento en uno de cada tres hogares de la ciudad que aprovecharon los 35 litros por segundo que se lograron extraer de octubre de 2022 a los últimos días de 2023.
El año pasado, para estas fechas, la presa permanecía a un 12 por ciento que representan cerca de 500 mil metros cúbicos donde hoy sólo hay tierra que se observa desde varios kilómetros.
A pesar de que desde julio del año pasado dejó de utilizarse el recurso hídrico para llevar a los hogares abastecidos de la planta potabilizadora, ocurrió lo que nadie quería: la presa se secó por segunda ocasión.
De acuerdo con datos técnicos de la JMAS, son cerca de 58 colonias las que dependen de manera directa de la presa, a las cuales actualmente les llega suministro en forma tandeada una vez cada tercer día.
A pesar de las diversas acciones generadas por el organismo descentralizado para comenzar a potabilizar el agua de los pozos y minas, las condiciones para los habitantes de áreas como las colonias Pri, Che Guevara, Palmilla, Federico Ferro Gay, San Uriel, Loma Linda, Tierra y Libertad, Gómez Morín, Rubén Aguilar, entre otros sectores continúan siendo poco favorables tomando en cuenta que tienen un servicio intermitente.
De esta manera, las lluvias constantes en las localidades aledañas a Parral como Punto Alegre y Rancho Primero, impactarán de manera favorable en los hogares que podrían ver otra fuente de abastecimiento si las lluvias prevalecen constantes.