El popular barrio de La Talleres se caracteriza por ser uno de los sectores céntricos de la ciudad, su nombre proviene porque en tiempos de la Revolución Mexicana había una fábrica de calzado y locales que se dedicaban a la carpintería, además sus primeros pobladores eran personas que se dedicaban a labores del campo, ya que hubo huertas y crianza de animales en el lugar, esta actividad se facilitaba por su cercanía con el río San Gregorio.
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Entre callejones y calles estrechas se fue desarrollando este barrio, en un principio a finales del siglo XIX fue un sector poco poblado, debido a su geografía río arriba fueron tierras no muy propicias para la construcción de casas; sin embargo, una de las ventajas con las que cuenta este sector de la ciudad, es su cercanía con el río San Gregorio, actualmente conocido como río Parral.
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Actualmente La Talleres es uno de los sectores más tranquilos de la ciudad por su poco tráfico vehicular, ya que por lo general solo es transitado por los vecinos de la colonia y personas que llegan de visita, es uno de los barrios que muestra en la fachada de sus casas el pasado y presente de nuestra historia, ya que tanto se pueden apreciar fincas de adobe hechas en tiempos de la Revolución Mexicana, como casas modernas que sustituyeron a las antiguas.
Roberto Baca Ornelas, historiador de la ciudad, indicó que no es un barrio muy poblado debido a que el río está muy arriba, una de las ventajas que tiene es que cuenta con dos entradas para estar conectado con el centro de la ciudad, a un costado está la calle Ojinaga que da directamente a la plaza Principal, mientras que por otro lado está el puente de la calle 15 de Mayo, que conecta con la avenida Independencia.
Así también, señala el historiador que anteriormente la calle que ahora conocemos como calle Ojinaga, antes se llamaba “Calle de las Flores”. Indica que ya a principios del siglo XX el barrio se fue poblando; sin embargo, para los vecinos no fue nada fácil no contar con agua, a pesar que se tenía a un costado el río, la gente debía de acarrear el agua o buscarla en los pozos del sector, se tiene conocimiento de que hubo personas dedicadas a las labores del campo que atendían huertos de hortalizas principalmente, así como la crianza de pollos y cerdos.
Señaló que uno de los personajes sobresalientes en la historia de este barrio fue don Emilio Arroyo, quien fincó su casa y un taller de calzado, que con el tiempo se convirtió en una fábrica de zapatos, edificio conocido ahora como el "Cuartel de Villa", es sabido que esta fábrica de calzado tuvo su esplendor por los años de 1910 a 1920 aproximadamente, ya que hacía tanto calzado industrial como zapatos de moda.
Así también, otra de las personalidades que vivieron en este sector de la ciudad fue don Félix Torres, empresario que se dedicó al curtido de pieles, también fue socio de Emilio Arroyo, su negocio se encontraba a un costado de la que fue la fábrica de calzado, además de surtir materia prima a la fábrica, era proveedor para la manufactura de artículos de piel como monturas y chaparreras.
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Además, el historiador indica que ya durante la Revolución Mexicana, allá por el año de 1914 se hizo una intervención de bienes por parte del gobierno, donde Francisco Villa señaló como enemigo de la Revolución a Emilio Arroyo, el cual no tenía nada que ver, dado que fabricaba los zapatos y botas que probablemente facilitaba a los soldados de aquella época, tal es el caso de los dueños de La Antigua Paz, fabricantes de ropa en la ciudad de Chihuahua, donde no tenían participación en el movimiento armado.
Es por ello que por prevenir un enfrentamiento con los villistas decide irse a radicar al Paso, Texas, deciden abandonar todo, dejando en el olvido a la fábrica de calzado, que hasta el momento se encuentra en ruinas, ya que hasta el presente ya no ha vuelto a ver otra fábrica de calzado en la ciudad, por el año de 1920 cerró definitivamente esta industria.
Pobladores de este barrio lo consideran como una zona tranquila, que en un principio fue un sector donde había huertos de hortalizas y crianza de animales, actividades a las que se dedicaban lo lugareños. Cabe mencionar que en un principio las casas fueron construidas de adobe, material térmico que hasta es posible encontrar en viviendas; sin embargo, con el correr de los años, ya hay casa modernas de fachadas muy diferentes a las de aquella época.
Anita Chávez Ruiz es una de las residentes con mayor antigüedad en el barrio, considera que es una colonia muy tranquila, ella indica que su juventud trabajó en el café Colón, actualmente ya cuenta con 80 años e indica que se ha convertido en un barrio de gente mayor, recuerda que por los años 80 existió una comisaría atendida por un señor de nombre Juanito, la cual servía como enlace entre los vecinos y las autoridades, incluso de dispensario.
Recuerda que su papá, Jesús Chávez fue uno de los primeros pobladores, el cual trabajaba en una huerta, ella comenta que por el lado del río había unas personas que criaban cerdos y era muy bonito, ya que era como una pequeña área rural, así también indicó que el barrio de La Talleres está limitado por su entrada principal con la calle 15 de mayo y por otro lado por la calle Ojinaga.
