Cubanos residentes en nuestra ciudad, muestran apoyo a sus paisanos quienes actualmente se encuentran protestando tras 60 años de carencias. Cuentan su historia de cómo es vivir en aquella isla y de lo difícil que fue alejarse de sus familiares para cambiar su futuro y el de ellos.
La Cuba de Granma se perdió y hoy el exilio es la única forma de experimentar la libertad, es quizá dejando escapar las lágrimas de los ojos, soñar con un país sin ataduras, donde los libres pensadores puedan hacer de sus ideales la práctica diaria.
Por primera vez en más de 60 años, desde que la revolución cubana llegó al poder en la isla, miles de personas salieron a las calles desde el pasado domingo, a fin de alzar la voz en contra de su gobierno.
Son más de 20 ciudades y pueblos los que actualmente se encuentran manifestándose en contra de la grave crisis sanitaria y económica por la que en este tiempo han estado pasando.
Cubanos que actualmente viven en Parral, desde kilómetros a distancia manifestaron su apoyo a sus paisanos esperando que esta situación cambie por completo, ya que no terminan de liberarse desde la época de Fulgencio Batista.
Guillermo Dagnesses Hernández, es un cubano de profesión licenciado y quien labora en una clínica de rehabilitación física en la Sierra Tarahumara, desde hace 15 años radica en México y desde hace poco en Parral.
Con voz grave y entre cortada, con lágrimas a punto de brotar de sus ojos explicó que, desde hace década y media, tuvo que salir de su país natal debido a las carencias con las que se vive, aun siendo profesionales, dejando de lado la familia, los amigos, su tierra.
Fue gracias a que hace algún tiempo, su esposa, María Antonieta Sierra Chávez quien ha cumplido un rol importante en las causas de los cubanos que salen de su casa y llegan a parar a nuestra ciudad, ayudó a su esposo a “fugarse” de la Isla para formar una vida juntos.
Dejé todo atrás, mis hijos, mi familia, sobrinos… tenía que ver la manera de proveerles desde otro lado del país, para mí era importante sacar adelante a mi familia a como diera lugar, por lo que opté por irme de Cuba
señaló.
Esta acción, lo convertiría en un exiliado, un desertor y por un largo tiempo, no pudo volver a su hogar, pues corría el riesgo de ir preso. En este tiempo, no pudo volver a ver a su familia y en aquel entonces, la tecnología era tan escasa que no permitía una videollamada para saber cómo se encontraban.
Tuvo que pasar una década, para que nuevamente pudiera reunirse con sus seres queridos, aprovechó para ver a sus hijos, a quienes desde todo ese tiempo no veía y fue recibido con los brazos abiertos.
Actualmente, su hija, Niuvis Dagnesses Rivas también se volvió parralense. Desde hace dos años aproximadamente se vino a vivir a México y posteriormente a Parral. Su historia no pinta diferente a la de su padre, pues con 27 años de edad, tuvo que dejar sus raíces, en las que incluye un hijo, a quien desde hace dos años no ha podido ver o abrazar.
Ella, indicó que están al cien por ciento en apoyo a la causa de Cuba, es una muestra de que la gente está harta de vivir en carencias, la falta de medicamentos, oportunidades de trabajo entre otras cosas, son el pan de cada día.
Es necesario, el pueblo está sufriendo demasiado, hay muchas necesidades, también está la opresión del gobierno hacia él, por lo que urge un cambio en Cuba.
Manifestó que la vida en aquella isla ubicada en el Mar Caribe es difícil, complicada sería la mejor descripción, aunque para ella, no hay palabras en el diccionario que describan cómo es la vida en la isla, “tendrías que vivirlo para comprenderlo”.
Explicó que es difícil salir de Cuba, no es como en otros países donde agarras tu pasaporte, visa e inclusive sólo con dinero y decides irte hasta de “mochilazo”, aquí no, aquí “eres esclavo del sistema”.
Debido a que allá se depende de las importaciones, la economía es muy baja, cuenta con materia prima para hacer nada, lo sueldos son bajos. Mil pesos cubanos –el máximo sueldo-, equivalen a 40 dólares estadounidenses, es decir aproximadamente 800 pesos mexicanos, con los cuales, se las deben arreglar para sobrevivir todo el mes, por lo que tienen que vivir de malversaciones; “como decimos en Cuba, hay que inventar para subsistir”.
No conforme con las trabas del gobierno, la pandemia generada por el Covid-19 los ha alejado un poco más de sus intereses; traerse a sus familiares, a sus hijos, ayudarlos a salir de aquella vida carente, pues el consulado de México en Cuba, ha estado cerrado por más de un año, por lo cual, no hay tiempo para entrevistas.
Por último, solicitaron a las autoridades correspondientes a que auxilien al pueblo de Cuba, quienes están aquí se encuentran agradecidos por aceptarlos, por hacerlos sentirse mexicanos, pero saben que son más quienes también requieren de apoyo, que también merecen esta oportunidad.
Quiero hacer un llamado a cada persona pudiente de México para traer, aunque sea sólo a un cubano, que nos ayudaran a salir de allá, les estaríamos totalmente agradecidos. De todo corazón se los pido
dijo con su voz quebrantándose.
Asimismo, extendieron algunas palabras para la gente de Cuba que actualmente están manifestándose en contra del gobierno.
Patria y vida hermanos. Los amamos mucho, nuestro corazón se encuentra con ustedes. Recuerden que un país unido, jamás será vencido.