Cerca de 25 músicos aprovechan la pandemia para integrar una orquesta de música clásica, en la que sus integrantes van desde amas de a casa hasta profesionistas, los une un solo sueño; tocar juntos hasta hacerse "viejitos”.
Un tres de octubre del año 2020 se formó esta orquesta, que en plena pandemia se fue organizando hasta conformar 25 integrantes, aunque ninguno se dedica profesionalmente a la música, hay “De todo un poco”; ingenieros, abogados, chefs, amas de casa, maestros. Esto según lo dado a conocer por Griselda Casa, directora de la orquesta Eva Taami, cuyo nombre representa un personaje que proyecta a todos los integrantes, a quienes los une la música.
La conforman todos los instrumentos de una orquesta de música clásica, al son de violines, violas, chelos, cuerdas; en alientos se encuentran el clarinete, flauta, fagot y trombón. Destacan que están buscando más integrantes para poder tocar piezas que requieren de mayor instrumentación.
Lo anterior se hizo con el fin de juntarse a tocar, esta fue una idea que tenían desde hace mucho tiempo. Todos cuentan con una formación musical previa desde la infancia, es un gusto muy arraigado que comparten.
"Volver a tocar juntos en una orquesta era un sueño que finalmente logramos hacer realidad, no es lo mismo tocar uno en su casa, solo, que compartir esa energía de la música colectivamente”, puntualizó la directora.
Expresó que quizá la pandemia contribuyó en que no había compromisos sociales, y pues con las medidas de seguridad encontraron un espacio donde pudieron reunirse. Lo anterior se destacó que fue gracias al apoyo de Tania Escobedo, funcionaria de la Secretaría de Cultura.
“El plan es seguir tocando hasta que estemos viejitos, si bien es complicado coincidir con las agendas de todos, porque como te comentaba, pues cada quien tiene su trabajo, entonces nuestro plan es hacer tres conciertos al año", señaló.
Detalló que son temporadas de 10 semanas de ensayos, seguidos de un concierto de clausura. Y además como parte de la “Divulgación musical“, se busca tocar en foros en diferentes colonias de la ciudad e iglesias principalmente.
"Estamos acostumbrados a vivir en un mundo donde se requiere siempre mejorar los resultados, más productividad, más eficiencia y demás. Alguna vez escuché a un jefe que decía, ´seamos objetivos, dejemos las emociones a un lado´ y eso es algo que se requiere en cierto campo, pero pues el humano es un ser emocional, entonces en la orquesta lo más importante son las emociones y eso es como una válvula de alivio”, externó Tania Escobedo.
Narró la renovación que se siente cada vez que concluyen los ensayos, ya que si bien, los conciertos son parte clave; el proceso es lo que se disfruta, mediante la convivencia entre amigos que comparten un mismo sueño, tocar música.