“Hace 10 años que mi hermano y sus dos hijos desaparecieron, los hemos buscado por todos los lugares en donde nos dicen que pueden estar; sin embargo, nunca hemos logrado dar con su rastro, hemos vivido bajo la incertidumbre y el miedo, lo cual nos llevó a abandonar nuestro lugar de origen, El Vergel, Balleza”, así lo expresó Victoria M. quien se encuentra en la búsqueda de su hermano, Roque Molina y su sobrino, Ricardo, quienes desaparecieron al salir de Guadalupe y Calvo con destino a Parral, además de su otro sobrino, Jesús Alberto Molina Rodriguez, quien fue privado de la libertad dos años después del acontecimiento.
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La desaparición de algún familiar cambia por completo la vida de una familia, así lo narró la señora Victoria M. , quien desde hace 10 años permanece tras el rastro de su hermano y de sus dos sobrinos, a quienes anhela volver a ver, o aunque sea recuperar sus restos.
Comentó que desde niña siempre fue muy unida a su hermano, Roque Molina Loya, a quien recuerda como un hombre trabajador y de buen corazón, quien siempre se esforzó por darle lo mejor a su familia.
Mencionó que el hombre solía recorrer los municipios debido a que era comerciante y acudía a ofrecer sus artículos a la población; sin embargo, en uno de esos viajes se perdió todo contacto con él y su hijo, Ricardo Molina Rodríguez, quien solía acompañarlo.
Fue el 22 de febrero del 2013 cuando la vida de esta familia cambió por completo debido a que fueron alertados sobre la desaparición de los dos hombres, quienes salieron de Guadalupe y Calvo al terminar sus labores.
“Ese día lo tengo tan presente, como si hubiera sido ayer cuando nos avisaron que no encontraban a mis familiares, cómo era posible si todo estaba bien”, expresa la mujer con su voz entrecortada.
Señaló que ese día, Roque y Ricardo salieron del citado municipio y tenían como destino Parral; sin embargo, nunca llegaron; “Ellos en ningún momento arribaron tampoco a El Vergel en donde vivíamos, por lo que no los volvimos a ver, no sabemos qué fue lo que les pasó en el camino”.
Tras notificarse sobre la desaparición de estos dos hombres, sus familiares acudieron a interponer la denuncia correspondiente para que las autoridades desplegaran un operativo y fueran localizados rápidamente.
“Nosotros teníamos mucho miedo de no saber en dónde estaban, qué les había pasado porque no llegaron a su destino como habían quedado”.
Recordó que al paso de los días, en este hecho comenzaron a surgir nuevos datos debido a que un testigo anónimo les describió cómo había visto que Roque y su hijo habían sido privados de la libertad cuando se encontraban en un restaurante.
“Esta persona vio cuando privaron de la libertad a mi hermano y su hijo en el restaurant ubicado en Río Verde; sin embargo, nunca hubo mayores pistas que nos ayudará a dar con la localización de ellos”.
Mencionó que realizaron llamadas a los teléfonos celulares de Roque y Ricardo, pero nunca nadie respondió al llamado; “Sus teléfonos estuvieron prendidos por algún tiempo, ya que marcamos y sí entraban las llamadas, pero nunca respondieron”.
De igual manera, mencionó que estuvieron recibiendo algunos datos, en los cuales se les indicaba en donde se encontraban los restos de los hombres, por lo cual se unieron a la búsqueda que realizó la Fiscalía General del Estado Zona Sur.
“Recorrimos algunos sitios con la esperanza de encontrar algún rastro sobre mi hermano y mi sobrino; sin embargo, siempre regresamos con las manos vacías, ya que nunca obtuvimos ninguna pista, situación que nos ha partido el alma, ya que deseamos saber qué paso con nuestros seres queridos”.
Describió que debido a este acontecimiento y el temor de que algo más les pasara a los otros integrantes de la familia, decidieron abandonar su lugar de origen y emigrar a diferentes sitios con la finalidad de protegerse.
“Es muy difícil abandonar el lugar de origen de uno, pero teníamos mucho miedo, es por ello que decidimos irnos y dejar todo atrás; sin embargo, lo único que no dejamos fue la esperanza de encontrar a mi hermano y su hijo”.
Comentó que fueron pasando las horas, los días y se cumplieron los primeros dos años de la desaparición de su hermano Roque y Ricardo, cuando un nuevo golpe tendrían que enfrentar, debido a que otro integrante de la familia fue privado de la libertad.
Tratándose ahora del otro hijo de su hermano, Jesús Alberto Molina Rodríguez, quien en ese tiempo tenía 23 años, fue privado de la libertad cuando se encontraba en compañía de otra persona en El Vergel, Balleza.
“Nosotros le decíamos que ya no regresara a El Vergel que ya no tenia ningún caso; sin embargo, el nunca nos hizo caso y decidió volver al poco tiempo, siendo privado de la libertad cuando estaba con otra persona”.
Indicó que aunque el tiempo ha seguido su curso, la esperanza de volver a verlos o al menos recuperar sus restos sigue intacta.
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“Mi madre se fue sin volver a saber nada de su hijo ni de sus nietos, fue un golpe muy duro para ella que terminó enfermándose y su salud fue deteriorándose poco a poco, hasta que su corazón ya no resistió tanto dolor”.
Comentó que con la finalidad de continuar con su búsqueda, decidió unirse al Colectivo 10 de Octubre, en donde ha encontrado la fuerza para continuar debido a que su única intención es localizar los restos de sus seres queridos; “Nosotros no buscamos culpables, lo único que queremos es saber en donde fueron abandonados y poderles dar un lugar digno en donde descansar”.
Finalmente Victoria M. expresó; “Deseo tanto volver a encontrarme con mi hermano y mis sobrinos, abrazarnos y nunca volver a separarnos; sin embargo, la última esperanza es recuperar sus restos y poder alcanzar la paz que nos fue robada cuando ellos desaparecieron”.