Alan Sandoval dejó truncos sus estudios de preparatoria por las carencias económicas de su familia y por ello tuvo que irse a trabajar en la pisca de chile en la región de Camargo, soportando horas bajo el sol y condiciones que define como “explotación laboral”.
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Como él, uno de cada diez adolescentes en el estado abandonó la educación media superior, cifra que sitúa a Chihuahua en el sexto lugar nacional del índice de deserción en preparatoria; además de ocupar el séptimo en primaria y secundaria, según datos del Inegi respecto del ciclo escolar 2022-2023.
Según los datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), el estado de Chihuahua ocupa actualmente el sexto lugar en el comparativo nacional de la tasa de abandono escolar por entidad federativa, información oficial expone que para el ciclo escolar 2021-2022 los planteles educativos registraron una matrícula total de un millón 023 mil 846 estudiantes, de los cuales 518 mil 866 son mujeres y 504,980 son hombres.
Los datos emitidos refieren que la población estudiantil en Chihuahua está distribuida por 72.5 por ciento en educación básica (inicial 1.0%, preescolar 11.2%, primaria 41.1% y secundaria 19.3%), además de otro 14.3 por ciento de medio superior y 13.3 por ciento de nivel superior.
El índice reportado actualmente ronda los 10.9 deserciones por cada 100 estudiantes matriculados, colocándose por debajo de Campeche y Baja California Sur que registraron 11 deserciones por cada 100 inscritos en el ciclo del 2022-2023.
De acuerdo con los datos expuestos, la lista de las entidades con mayor deserción escolar se organiza de la siguiente manera: (Deserciones por cada 100 matrículas); San Luis Potosí con 12.9, Coahuila 11.7, Nayarit 11.5 y esta lista se le suman Campeche y Baja California Sur.
Chihuahua se ha mantenido en los puestos con mayor deserción a pesar de que ha registrado disminuciones en los últimos años; en el contexto nacional continuó quedándose aunque reduce sus índices.
En el ciclo 2021-211 los datos reportados indicaron una deserción en el estado más grande de la República fue de 13.4 por ciento, lo anterior permitió que pasara de la cuarta a la sexta posición; esto, de acuerdo con la información referida en la base de datos del Inegi.
En el caso de los estudiantes de primaria el índice se ha mantenido durante los últimos dos ciclos escolares en un total de 0.7, dato que coloca a la entidad en la séptima posición de los estados con mayor abandono escolar. En el índice de secundaria, también se ocupa el sexto con una deserción del 3.5 por ciento durante 2022-2023, que representa una baja en comparación con el 5.9 por ciento que se matriculó en el ciclo escolar anterior. Además la deserción escolar en el nivel superior reportó 8.6 deserciones por cada 100 inscritos, que representa una disminución en comparación con los 10,5 bajas que se registraron en el comparativo de un año antes.
En este sentido, se puede destacar que en el nivel medio superior se concentra la mayor tasa de deserción con 10.9, seguido del nivel superior con 8.6, luego las secundarias con 3.5 y de 0.7 en las primarias.
La SEP expone que 13 mil 766 estudiantes del estado de Chihuahua lograron concluir su educación media superior en el ciclo escolar 2021-2022, lo que coloca a la entidad en el puesto número 12 dentro del contexto nacional.
De acuerdo con estudios realizados por académicos como Javier Martínez Morales, docente en la Facultad de Economía en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), sugieren que la deserción escolar es el reflejo de la carencia de oportunidades.
En entrevista con el académico, destacó que las causas de deserción se engloban en carencias económicas para hacer frente a los gastos que representa trasladarse a un plantel educativo de manera regular. Los el entorno familiar, falta de interés y el desempeño escolar, son otros problemas que también influyen, determinantes en la permanencia de los estudiantes; esto de acuerdo con las conclusiones de los estudios
Según lo detallado por el economista, desde hace 14 años no se le da seguimiento a la problemática puntual en el sur del estado de Chihuahua, ya que los todos que se analizaron corresponden a una realidad de hace más de una década. Expuso que una de las áreas de oportunidad detectadas en su momento fue la carencia de seguimiento en los casos de jóvenes que abandonaron las escuelas, lo que dificulta conocer los factores de abandono.
El académico destacó que en su momento hubo una carencia efectiva del desarrollo de políticas públicas que permitieran abordar la problemática de deserción que hasta la fecha prevalece en el estado de Chihuahua. Comentó que muchos de los temas genera que los estudiantes se salgan de la escuela es el entorno familiar, ejemplificando casos de jóvenes que tuvieron que abandonar sus actividades escolares para aportar dinero en sus hogares.
Reconoció que desde los principios de la década pasada a la fecha, las administraciones estatales y federales han asignado recursos públicos a través de becas; sin embargo, cuestionó el seguimiento que se le da a las acciones. Por otra parte, cuestionó la efectividad de las becas ya que los recursos cada vez se han condicionado menos, lo que vuelve más fácil el acceso a para las personas que no requieren de un apoyo gubernamental.
Consideró que un cuestionamiento clave a las estrategias implementadas por el sector público es que se respondiera “¿qué pasa con los estudiantes que desertan?, ya que esto permitiría dimensionar la situación que se vive en miles de hogares en los rincones del estado más grande de la república. El entrevistado indicó que la deserción provoca escasez de oportunidades para el sector que se ve orillado a dejar sus estudios por diferentes factores que contribuyen a que el sector joven deje de ir a las aulas.
Jóvenes en la estadística
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Alan Sandoval Flores, de 20 años de edad, es parte de la estadística de jóvenes que abandonaron la escuela por factores que se unieron para impedir que este acabara su educación media superior de la misma manera que otros 13 mil jóvenes del estado que concluyeron la prepa en el último año.
Este joven es originario de San Francisco del Oro, una localidad que según datos oficiales del Inegi tiene censadas poco más de 5 mil habitantes y está ubicado a más de tres horas de la capital del estado.
En entrevista exclusiva para esta casa editora, narró que parte de los factores que lo orillaron a abandonar los estudios educativos fue que no contaba con los recursos necesarios en su entorno familiar. Sandoval Flores expone que todos los días se despertaba desde las siete de la mañana y llegaba caminando a la escuela, de la misma manera que lo hacen un millón 379 mil 794 estudiantes del estado de Chihuahua.
Para comer en la escuela su abuela le preparaba gorditas de harina de frijoles que complementaba con 15 pesos que utilizaba para comprar un refresco o una bebida para “arrempujar…”
Fue en el 2021, cuando salió luego de cursar los primeros cuatro meses del primer semestre en el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTis) ubicado en San Francisco del Oro. “En casa la situación no estaba tan fácil y tuve que salirme para echarle la mano a mi mamá, había dificultad con el dinero y tuve que entrarle al quite para aportar algo” detalló mientras sacó el pecho y enderezó su postura.
Explicó que su primer empleo lo logró conseguir en 2022, luego de varios meses de permanecer analizando las opciones que podría tomar dada la situación que se encontraba viviendo en el entorno familiar. En 2023 se mudó con su padre a la región de Camargo donde consiguió empleo como jornalero agrícola, laborando por periodos de hasta 8 horas en condiciones de temperaturas máximas de 40 grados centígrados.
Comentó que allá en el trabajo de la pisca vivía en una casa donde habitaban 15 personas de las cuales 8 eran menores de edad, de los cuales nada más dos estaban diseñados como habitaciones para dormir. Explicó que para poder laborar en el campo era necesario despertarse a las 4:00 de la mañana para transportarse caminando hasta el sitio donde varias camionetas se paran a recoger trabajadores que principalmente son indígenas.
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Durante este periodo podía observar cómo el sol salía todos los días, al tiempo que los vehículos con decenas de personas partían con dirección a las parcelas de productos agrícolas como el chile, cebolla y otros productos agrícolas. En estos campos observó a varios menores de edad laborando sin que alguna autoridad los regulara o inspeccionara, motivo por el cual se prestaba para situaciones que consideró como injustas.
Expuso que las personas que contrataban también pagaban 200 pesos diarios el año pasado, cantidad que se mantiene por debajo del mínimo que en aquel entonces era de 207.44 pesos diarios.
Chihuahua cuenta con una extensión de 247 mil 413 km2 que están habitados por 3 millones 741 mil 869 de personas de los cuales el 50.5 por ciento son mujeres y el 49.5 por ciento son hombres, de acuerdo con datos del Inegi.
Datos de la Secretaría de Educación Pública en México exponen que en Chihuahua, el grado promedio de escolaridad es de 10.1 años y el analfabetismo es del 2.5 por ciento del total de la población. El grado promedio de escolaridad indica que un gran sector de la población del estado cursa los seis años de primaria, tres de secundaria, pero se queda a la mitad de la preparatoria debido a diversos factores.
En municipios con alto rezago educativo como Guadalupe y Calvo y Balleza, uno de cada dos jóvenes de entre 15 y 17 años no asiste a la escuela; esto de acuerdo con la información referida en estudios de la SEP.
En el estado de Chihuahua se estima que hay cerca de cinco mil 845 estudiantes que tardan más de dos horas para llegar a su centro de estudios; esto de acuerdo con el Censo Población y Vivienda.
El tiempo de traslado también es considerado como uno de los factores que determina la permanencia de los estudiantes en las escuelas, esto de acuerdo con la información señalada en el Inegi.
