“Proclamare sin cesar la misericordia del señor”, este domingo Jesús nos invita a que sea Dios el que esté en el centro de nuestros corazones y de nuestras vidas, que cada quien tome su cruz, así como el sufrimiento de los demás, después de todo nuestro padre nos lo recompensará. El presbítero Leonel Larios Medina fue el encargado de llevar a cabo la celebración de la misa del mediodía.
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Leonel Larios Medina, Rector de Catedral de Guadalupe, señaló que la homilía de este domingo refiere de las exigencias de Jesús a sus discípulos, el cual Jesucristo expresa que quiere ser amado sobre todas las cosas, incluso sobre los padres o los hijos, esto con la finalidad de dar armonía en el corazón del hombre.
En el evangelio de Mateo, dijo Jesús a sus apóstoles: “El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí, el que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará”.
El que los recibe a ustedes me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta tendrá paga de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo tendrá paga de justo.
Así también, indicó Leonel Larios que amar a Jesús desde toda la realidad, de igual modo en el evangelio de Mateo del domingo, Jesús invita a que cada uno de nosotros carguemos nuestra cruz diariamente, ya que el símbolo de la cruz es de amor y salvación, la cual debemos aprender a cargarla con la ayuda del Señor, esto refiere al sufrimiento de cada uno de nosotros.
En la cruz estamos refiriendo nuestros defectos, las dificultades, problemas y enfermedades, propias y de seres queridos, ese sería el mayor contenido de la cruz, esto aplica a solidarizarnos con los que nos necesitan, algunos ejemplos serían; hacerse cargo de nuestros padres cuando ellos ya no pueden, esto se traduce a que estoy cargando la debilidad del padre o de la madre cuando ellos ya no son autosuficientes.
De igual manera señaló el presbítero que también es cargar la cruz del hijo que no hace caso, que no entiende, llega tarde, no está respondiendo, aparte de todo lo que hago todavía tengo de atender y estar al pendiente del hijo, ese es el llamado que hace Cristo cuando se refiere a que cada quien cargue con su cruz.
Sabiendo que al final Dios nos recompensará, esto al final todo lo que hagamos hacia el prójimo, el que recibe un profeta por ser profeta recibirá recompensa, el que recibe a Jesús recibirá su recompensa.