Este domingo la comunidad católica celebra el primer domingo de Adviento, un tiempo de preparación para la Navidad con el que inicia un nuevo año litúrgico, el Obispo de la Diócesis de Parral emitió un mensaje a los feligreses en el que pidió realizar un ejercicio espiritual del alma para esperar al Señor a través de la oración, la generosidad, el sacrificio, el espíritu de la cruz que ayuda a disponer el corazón como el pesebre adecuado para la visita del Dios niño.
Por lo anterior el líder pastoral, Mauricio Urrea Carrillo informó que con este primer domingo de adviento inicia un nuevo año litúrgico siguiendo al Señor.
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En su mensaje expresó: “quiero saludarlos a todos en el Señor deseándoles la paz que sólo viene de Él, iniciar un nuevo año litúrgico implica seguir a Dios de cerca, a los largo de todas las etapas de su vida humana entre nosotros, sabemos las características de este tiempo, es una espera gozosa porque nuestro mundo siempre necesitará que Dios venga a visitarnos, siempre encuentra situaciones diferentes problemas nuevos, falta de paz asuntos de violencia, hay tanta cosa que complica nuestra vida cristiana, familiar y social esperar a Jesús es disponer el corazón a su llegada y es una llegada que no defrauda”.
Comentó que el Señor pide ese ejercicio espiritual del alma para esperarle, la oración, la generosidad, el sacrificio, el espíritu de la cruz que ayuda a disponer el corazón como el pesebre adecuado para la visita del Dios niño que se hace carne por la humanidad para acercar a todos el misterio inefable del Señor.
“Que todos vivamos estas cuatro semanas del adviento con esa intensidad, guiados siempre por la palabra de Dios por la Santa Misa y por las tradiciones tan hermosas que tiene nuestro pueblo, mi saludo a cada uno de nuevo y mi bendición en sus hogares, Dios los cuide siempre”, finalizó.
El Adviento se caracteriza por el color morado, símbolo de espera donde se vive un tiempo de preparación para la fiesta de Navidad, la cual no se termina en un día, sino que se prolonga desde la fiesta de la Natividad del Señor el 25 de diciembre hasta la fiesta de su Bautismo, después de la Epifanía.
Adviento significa “venir, llegar” pues este tiempo da inicio a un nuevo año litúrgico, el cual está dividido en dos partes, las primeras dos semanas sirven para meditar sobre la venida final del Señor, cuando ocurra el fin del mundo, mientras que las dos siguientes se reflexiona concretamente sobre el nacimiento de Jesús y su irrupción en la historia del hombre en Navidad.
Hoy como cada primer domingo de Adviento, los feligreses ponen al centro de su mesa la corona de Adviento, la cual surgió de una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar el fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno.
Los primos misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas, pues cabe resaltar que a través de sus costumbres enseñaban la fe católica.
La forma circular de la corona de Adviento representa el amor de Dios que es eterno, pues no tiene principio ni fin, asimismo, manifiesta que el amor a Dios y al prójimo nunca debe terminar.
Las ramas verdes que dan forma a la corona, nacen del pino, que significa la inmortalidad, ya que mientras todos los arboles pierden su color y su follaje durante el invierno, el pino mantiene siempre sus ramas verdes. También el verde simboliza el color de la esperanza y vida, debido a que el anhelo más importante en la vida de los hijos de Dios debe ser llegar a una unión más estrecha con Él.
Las cuatro velas se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia, hacen referencia a la obscuridad provocada por el pecado que ciega al individuo y lo aleja de Dios, después de la primera caída, Él fue dando una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas de la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que se enciende.
Cabe mencionar que existe una vela de diferente color, una blanca o rosa, la cual se enciende el tercer domingo de Adviento, asimismo, el 08 de diciembre se celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción, y el 12 de diciembre por tradición, todos los mexicanos festejan a Nuestra Señora de Guadalupe.
Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva quienes trajeron el pecado al mundo, pero recibieron también la promesa del Salvador. Al respecto el listón rojo manifiesta el amor a Dios y el amor de Dios que envuelve a cada uno de sus hijos.
Por lo anterior se recomienda colocar la corona de Adviento en un sitio especial dentro del hogar, de preferencia en un lugar donde todos se reúnan y puedan verla para recordar la importancia de la venida de Dios.
Asimismo, durante los próximos cuatro domingos se debe reunir la familia para hacer la oración de cada semana.
