Por cada diez escuelas que hay en Parral existen ocho establecimientos dedicados a la venta de bebidas alcohólicas; es decir, 99 expendios y centros nocturnos que sólo eran revisados por siete inspectores que los recorren cada 15 días, provocando situaciones como la ocurrida la semana pasada en “El Alegre”, un bar que debido a la falta de regulación, abría toda la noche a pesar de que el cierre está reglamentado a las 2:00 de la mañana donde dos jóvenes fueron asesinados durante una riña y otros siete más resultaron heridos. Ante esta situación, la Secretaría de Gobernación informó que se contará con 11 elementos para aumentar las verificaciones.
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Una problemática que se constata en los datos disponibles de diferentes instancias, arroja que en Parral existe un desequilibrio entre la cantidad de centros escolares y el número de empresas dedicadas a la comercialización de bebidas embriagantes.
De acuerdo con el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) en Parral, se cuenta con un total de 99 establecimientos que ofertan productos que alteran el sistema nervioso.
La información pública asegura que entre este monto se pueden enlistar establecimientos donde se ofertan productos como cerveza, vinos y licores en sus diferentes presentaciones y marcas.
Adicionalmente, la información proporcionada por la Coordinación de Educación en el sur de Chihuahua y los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua (SEECH), sostiene que son un total de 123 centros educativos.
Estudios relacionados con el desarrollo comunitario sostienen que una alta concentración de venta de artículos embriagantes ha generado preocupación en la conversación pública, ya que los jóvenes permanecen altamente expuestos al consumo de alcohol.
Esto último eleva las posibilidades de problemas relacionados con el abuso de sustancias y consecuencias asociadas como incidencias de accidentes vehiculares, riñas y hechos de violencia durante las noches de cada fin de semana.
Álvaro Chávez, jefe de Alcoholes en Desarrollo Urbano de Parral, explicó que en Parral muchos negocios carecen de una copia de la licencia de alcohol sumado a que la base de datos la calificó como “escueta”.
De acuerdo con lo declarado por el funcionario, en Parral existe una base de datos desactualizada, ya que contiene información incompleta sobre los permisos requeridos para este tipo de actividades económicas.
El funcionario municipal explicó en entrevista para este medio que durante las últimas se han dedicado a revisar 50 ó 60 por ciento del total de establecimientos, pero aún resta casi la mitad de checarse.
Dentro de las irregularidades que el departamento municipal ha detectado, se puede destacar que hay negocios registrados en la base que ya no operan o que incluso cambiaron de nombre o tienen una licencia diferente.
El funcionario municipal ejemplifica que en la colonia Fátima existe registro de dos cantinas; sin embargo, tienen al menos dos años que dejaron de operar generando un desfase en la base de información.
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Destacó que desde la Secretaría General de Gobierno del Estado se otorgan las licencias en base al número de habitantes de cada ciudad, destacando que no todas las licencias permanecen en uso actualmente.
En la opinión del entrevistado, son un aproximado de 70 establecimientos entre cantinas, bares y restaurantes que operan durante la vida nocturna, que se le suman a casi 30 expendios que se encuentran en varias colonias.
Las autoridades municipales apoyan la verificación de los establecimientos; sin embargo, son de competencia estatal haciendo énfasis en que el Municipio debe intervenir por obligación directa para evitar que los establecimientos operen hasta altas horas de la madrugada.
Poca vigilancia de municipio y estado en 70 bares, cantinas y restaurantes
En Parral se cuenta con siete inspectores que responden a la administración estatal y municipal, de los cuales tres siguen la directriz municipal y cuatro son enviados por órdenes de funcionarios estatales.
El Jefe de Alcoholes en la ciudad detalló que se cuenta con tres inspectores, de los cuales dos responden al Departamento de Alcoholes perteneciente a la Dirección de Desarrollo Urbano, que se acompañan de otro inspector de la Tesorería.
En este sentido, reveló que los inspectores estatales únicamente visitan la ciudad de Parral durante los fines de semana, ya que a nivel estatal se cuenta con menos de 10 elementos para vigilar los municipios como Parral.
Para realizar los chequeos, se organizan en parejas conformadas por dos inspectores que se encargan de recorrer los comercios para checar que se cumplan con los horarios de cierre y con las regulaciones.
Como máximo cada 15 días los fines de semana se cuentan con hasta tres parejas que recorren los lugares, cifra que se considera poco si se compara con el total de espacios de la vida nocturna.
Estas revisiones se realizan entre el periodo de 10:00 de la noche a 3:00 de la mañana, lo que en datos indica que para que un sábado se logren checar todos los establecimientos, es necesario que cada pareja recorra al menos 22 y 23 bares.
En este sentido, se calcula que para que una pareja complete esta ruta es necesario que, por hora, se acuda a un total de cinco establecimientos; esto, sin contar los tiempos de traslado, motivo que dificulta el chequeo de cada uno.
Poca vigilancia deriva en violencia
La poca vigilancia que existe en Parral ha generado que establecimientos funcionen fuera del horario permitido, principalmente los fines de semana, que derivaron en situaciones como la ocurrida la semana pasada.
Fue la madrugada del domingo 3 de noviembre cuando la Fiscalía de Distrito zona Sur dio a conocer de forma oficial que ocurrió un hecho violento en el bar “El Alegre”, donde se suscitó el fallecimiento de dos personas y siete lesionados.
A las pocas horas, durante la mañana del mismo día, se constató que el espacio no contaba con los sellos correspondientes para clausurar el espacio que permaneció abierto después de las 2:00 de la mañana.
Esto último, a pesar con las versiones que los afectados que sobrevivieron y reportaron a las autoridades, se encontraban al interior del establecimiento cuando se escucharon varias detonaciones de arma de fuego que a los instantes supieron que impactaron sus cuerpos.
En la tarde del mismo domingo se colocó por primera vez un sello de clausura que a los días volvió a retirarse, una situación que estuvo generando movilizaciones de las autoridades enfocadas a la investigación.
Para el lunes 4 de noviembre, la Subsecretaría de Gobernación informó de manera oficial que fueron tres motivos por los cuales se clausuraron el establecimiento que ha permanecido en la conversación de los habitantes durante toda la semana.
Se expuso que el primer motivo fue el acontecimiento violento, seguido de que operaba fuera del horario permitido y carecía de personal que verifique la edad de las personas que acceden o demandan los servicios.
Para el martes, los sellos de clausura fueron retirados de manera ilegal luego de que el personal de esta casa editora realizara un recorrido donde se logró constatar en evidencia fotográfica que no contaba con sellos.
Ante esto, los elementos de la Fiscalía General del Estado generaron un operativo de más de una decena de elementos que llegaron en camionetas oficiales que fueron estacionadas a las afueras del establecimiento para volver a revisarlo y cerrarlo por segunda ocasión.
Algo que se puede destacar es que si el establecimiento hubiera cerrado a la hora establecida, el hecho habría tenido modificaciones en la narrativa que se generó durante la última semana en que se visualizó el problema que muchos parralenses ya conversaban desde antes.
En este tema existe un contexto que genera miedo y temor a la denuncia por las posibles represalias que involucra. Esta narrativa social se pudo constatar con los más de 20 elementos que acudieron a la clausura, ya que la misma información oficial indica que una clausura se hace con máximo dos inspectores.
Gobernación duplicará la vigilancia en Parral
Ante esta problemática planteada por la poca vigilancia, la Secretaría General de Gobierno duplicó el total de elementos asignados, por lo que asignarán a ocho elementos que representan un aumento en comparación con los cuatro que operan regularmente.
En respuesta a la situación que existe en Parral con la deficiencia de verificación en establecimientos que funcionan durante toda la noche, las autoridades estatales generaron una estrategia para prevenir lo anterior.
Con el ajuste que pasará de cuatro a ocho se permitirá una mayor presencia en las áreas de mayor incidencia de incumplimiento, lo anterior con el compromiso de mejorar las supervisiones en estos espacios.
Esto último asegurará que los negocios operen dentro de los límites establecidos, así como los permisos de uso de suelo. Lo anterior de acuerdo con la respuesta emitida de manera oficial en la dependencia estatal.
De igual manera, se destacó que esto último también permitirá aumentar la cobertura de vigilancia en zonas estratégicas como Parral, donde se ha visualizado una alta cantidad de establecimientos nocturnos.
Además se facilitará un mayor control en cuanto a la venta de alcohol a personas menores de 18 años, una práctica que ocurre en Parral, pero que al menos en lo que va del año no ha tenido sanciones.
Permitirá reforzar los operativos y la presencia en zonas donde las bebidas embriagantes resultan de fácil acceso, si se compara con el total de centros escolares, lo que genera una problemática social que se busca resolver.
“La nueva distribución de inspectores se centrará en el control de aforo y en verificar que los locales de venta de alcohol cumplan con la reglamentación de seguridad necesaria”, plantea la información.
Se resaltó la importancia de contar con medidas adecuadas como la implementación de personal de seguridad que se encargue de checar y solicitar un documento para constatar que las personas que acceden los inmuebles tienen más de 18 años de edad.