La gestión del agua es un asunto de seguridad nacional, advierte el senador Rafael Espino de la Peña; llama a establecer mecanismos que den certidumbre jurídica y técnica en el manejo de los recursos hídricos.
El senador Rafael Espino de la Peña, impulsó la aprobación desde el Senado a la iniciativa de reforma al artículo 3 y 17 de la Ley de Aguas Nacionales, en donde se define con claridad el proceso de salinización de agua de mar, así como el ordenamiento que regula a las aguas desalinizadas.
De la Peña, explicó la importancia de contar con procesos de obtención del vital líquido, ya en su forma para consumo humano, animal y de riego, se trata de un recurso finito y escaso y esto vulnera la sustentabilidad de país, y por ello debe de ser tratado como un asunto de seguridad nacional.
Los problemas hídricos y energéticos por los que el país atraviesa son el resultado de una mala gestión y falta de claridad legal para la obtención de recursos naturales sustentables y limpios; “Contar con estos instrumentos es un primer paso indispensable para procurar el éxito de la gestión de los diversos proyectos hídricos, ya sean del Estado o concesionados”, expresó el senador.
Señala que como medida para reducir el estrés hídrico que vive la nación, se debe poner especial atención en la gestión integral de los recursos hídricos que realiza la Conagua, como autoridad técnica en nuestro país. El proceso de desalinización hace más asequible el líquido, desestresa a los mantos acuíferos y asegura el acceso universal al agua a toda población, derecho al que son sujetos constitucionalmente, consideró.
Finalmente, este proyecto constitucional pretende reconocer a las aguas en estado de vapor y los yacimientos geotérmicos hidrotermales como bienes nacionales de carácter estratégico, también quedan pendientes otros aspectos relevantes asociados a la gestión integrada de los recursos hídricos, puntualizó Espino de la Peña.
