Javier Barraza de 33 años trabajando de gambusino en la mina Tecolotes el miércoles 3 de agosto fue sepultado por piedras y escombro, fue rescatado tras 10 horas de trabajo, y de gravedad fue trasladado al Hospital General; dos días después Felizardo Navarrete de 32 años no tuvo la misma suerte y murió al caer de 40 metros en un hoyo de mina en Minas Nuevas en Santa Bárbara.
Javier y Felizardo son los dos casos más reciente de decenas de mineros que han muerto o quedado gravemente heridos en los últimos años en la región, buscando oro y plata para tener mejores condiciones de vida.
La extracción del metal en las entrañas de la tierra ha sido una de las profesiones de mayor riesgo en el mundo, la actividad minera dio origen a los municipios de la región sur del estado, a la fecha aún da vida a los pueblos ya sea de manera legal o ilegal, sin embargo, también ha cobrado la vida de cientos de mineros que a lo largo de los años han buscado el sustento diario de sus hogares, en los últimos 3 años el fallecimiento de gambusinos se incrementó.
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Como una noble labor pero que requiere de un gran valor, la minería es la principal actividad que impulsa la economía de la región sur con municipios como Parral, Santa Bárbara, San Francisco del Oro, Matamoros y Guadalupe y Calvo, pueblos que en su mayoría dieron origen gracias a los metales preciosos que se escondían de entre sus cerros.
La muerte de mineros y gambusinos no es un fenómeno privativo de los municipios del sur de Chihuahua, en Sabinas municipio minero de Coahuila, 13 familias sufren la incertidumbre de no saber si sus esposos, padres o hijos siguen vivos dentro de un hoyo de mina, donde fueron arrastrados por una corriente de agua mientras realizaban labores de extracción de mineral.
Las empresas mineras legales dan empleo a miles de personas en la región, pero entre 350 y 500 gambusinos buscan el metal por sus propios medios en la actualidad.
Oro, plata, plomo, bronce, zinc y cobre son los principales minerales que se extraen de las entrañas de la tierra con herramientas sofisticadas o hasta de “ingenio” en el caso de los tiros creados por mineros de experiencia.
Desde que se tiene conocimiento, el gambusino ha intentado por sus propios medios la extracción del metal, en la antigüedad se realizaba únicamente con una “cuña”, marro y las “burritas” o “curras”, un morral elaborado de lona o de cuero, cuya función es básicamente llenarlo de piedras ricas y colgarlo en su espalda para posteriormente sacarlo de la mina o del hoyo sin más ayuda que la fuerza natural del minero.
En una empresa establecida es todo lo opuesto, la maquinaria más sofisticada ha permitido consolidar a la minería como una de las actividades de mayor importancia para el norte del país y haciendo a Chihuahua como el estado pionero en la materia con 20 mil empleos directos.
La deserción de trabajadores en las mineras de la región, los ha llevado a emplearse en los conocidos tiros de mina, por ser mejor pagados o al considerar que el independizarse les llevará a una mejor vida con ganancias superiores a las obtenidas en las minas establecidas a pesar de los buenos salarios que pagan las empresas, muchas de ellas de capital extranjero.
GAMBUSINOS: UN RIESGO LATENTE
Sin prestaciones de ley, pero con ganas de buscar el sustento de su familia, el “gambusino” se expone día a día a un accidente fatal, con jornadas de 8 o 10 horas y en ocasiones hasta más, los gambusinos desde jóvenes hasta adultos requieren de conocimientos técnicos para poder realizar sus labores en sus respectivas “minitas”, en su mayoría son personas que ya laboraron muchos años para empresas registradas de manera legal.
La muerte en estos casos no reconoce edad, Gerardo Primero Bejarán de 16 años de edad perdió la vida el 11 de mayo del 2018 tras permanecer enterrado más de 30 horas en uno de estos hoyos, su cuerpo fue rescatado por el grupo “Coyotes” de la Minera México, especialistas en rescates.
Por ello la especialización es importante, ya sea un trabajo legal o como gambusino, en este sentido los perforistas son los encargados de realizar lo más elemental que se requiere, con el uso de maquinaria realizan “hoyos” en longitud para posteriormente utilizar pólvora y dinamitar el cerro de donde se encuentra el mineral.
Una vez “tumbadas las piedras”, una cuadrilla de cerca de cinco hombres se encarga de extraer el material con técnicas inventadas que en su mayoría simulan un tiro pero que realmente cumple con su función.
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El uso de diferenciales de vehículos o motores de gasolina adaptados con cable para soportar un peso de hasta 200 kilos “en subida”, el metal se extrae desde lo más profundo según el lugar donde se haya encontrado la “veta”, siendo este un hilo de entre las rocas que posee el material precioso.
Una vez extraído, el metal es vendido y de tal manera se obtiene el recurso con el que los mineros llevan el sustento diario a sus familias, a pesar de ser una actividad ilegal al no contar con registro alguno, miles de personas se sostienen de ello y la economía de la zona sur se mantiene estable gracias a ello.
DERRUMBES HAN COBRADO DECENAS DE VIDAS
El derrumbe se ha convertido en el principal motivo por el cual cientos de mineros han fallecido en las entrañas de la madre tierra, ello consistente en que un “pedazo” del cerro se desgaja y quienes se encuentran laborando a sus cercanías quedan “sepultados” sin oportunidad alguna de poder sobrevivir ante el peso de las rocas.
En los últimos 3 años, más de 20 gambusinos han perdido la vida en los municipios de la región que mayor actividad presentan, siendo Santa Bárbara quien encabeza la lista con casos más frecuentes.
Encomendados en todo momento a Dios y ante el rezo de sus familias por regresar con bien a su minero, estos últimos cuidan cada detalle en el entendido que cualquier error y/o mala decisión les puede costar la vida.
ORO, PLATA Y PLOMO
El oro, plata y plomo son los principales minerales que se extraen de los cerros de la zona sur del estado, pero además también algunos de estos contienen bronce, zinc y cobre que en menor cantidad se logra detectar con técnicas de muestreo.
Previo a ello, los mineros toman “rocas” que son estudiadas en laboratorios particulares para el caso de los independientes y en laboratorios de las propias empresas que ya se encuentran establecidas.
Tras el diagnóstico, se determina si es conveniente o no, operar en la zona en la cual se examinó, de ser así y tras un estimado en gastos de operación y ganancias, se procede con la exploración de la zona y de no resultar benéfico, se omite y se busca un nuevo sector.
