Debido al tipo de aserraderos que hay en la localidad se desperdicia el 45 por ciento de la madera que se genera, con la que se podría fabricar diferentes artículos como cerillos, figuras, entre otros, ya que no cuentan con la maquinaria necesaria para aprovechar este material, según indicó Javier Portillo presidente de la Unión de Madereros en Parral, quien mencionó que los más de 70 aserraderos requieren de modernización en los equipos, sin embargo, son costosos, por lo que se requiere apoyo del gobierno ya que de continuar en dichas condiciones, Parral podría pasar al sexto lugar en cuanto a las regiones económicas de la entidad.
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Por lo anterior, Javier Portillo, presidente de la Unión de Madereros en Parral, comentó que a pesar de que los residuos que quedan de la producción de madera se venden en su mayoría a Duraplay, no es el mismo rendimiento a que pudieran fabricar algo con ese material.
Señaló que con el tipo de maquinaria con la que cuentan los aserraderos se tiene un desperdicio de aproximadamente 45 por ciento del total de la producción; sin embargo, resaltó que sólo han incrementado el rendimiento los que han modernizado los equipos, pero no se llega al máximo efectivo.
“Es un volumen muy importante el que se desperdicia y no es solo en Duraplay que lo vendemos, sino que también se envía a Durango o a Chihuahua, a las otras plantas que tienen, necesitamos mejor equipamiento, procesos con sierras ultra delgadas, hay mucha herramienta nueva pero también es muy costoso”, argumentó.
Manifestó que una de las causas es que no hay apoyo por parte de los gobiernos, ya que no le dan la importancia a la industria de la madera como debería de ser, a pesar de que es una de las principales actividades económicas de la región.
Indicó que para los propietarios de los aserraderos llegar a adquirir un buen equipo es un tanto imposible, ya que los precios son muy elevados y no todos los dueños tienen el recurso suficiente para poder invertirlo en el mejoramiento de su proceso.
“Es necesario que las autoridades volteen a ver este sector productivo porque, de seguir así, no tardará mucho tiempo para que Parral caiga hasta la sexta posición de las regiones económicas en el estado, ya estamos en mucho por debajo de Jiménez y Cuauhtémoc desde un buen tiempo, y Jimenez y Camargo van creciendo e impulsándose”, expuso.
Subrayó que sin la industria maderera otros sectores se ven afectados, ya que debido a la generación de empleos que brinda es como hay circulación de dinero en los comercios, gasolineras así como ferreterías entre otros rubros.
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“Todos consideran que la ganadería es una actividad de las más importantes y es cierto, pero un rancho ganadero por grande que sea lo más que puede llegar a tener son cuatro empleados de planta, en cambio, un aserradero, el más pequeño mínimo contrata a 10 personas y hasta 30 en promedio, eso implica transporte, seguro social y hay derrama económica”, informó.
Manifestó que a la industria de la madera no se le está apreciando por lo que vale, en cambio destacó que a los ganaderos están por hacerles un Rastro TIF para que puedan vender a un mejor precio la carne e incluso poder exportarla a diferentes partes e impulsar la actividad.
“Nosotros estamos peleando por la creación de un Instituto de la Madera con el cual se pueda ofrecer un valor agregado al material, pero lo ven como un gasto y no como una inversión, ya que no consideran a la industria de la madera como algo importante para la economía”, enfatizó.
Destacó que otro de los impactos que han tenido es que con la disminución del dólar respecto al peso se incrementan las importaciones, lo cual genera que madera americana se introduzca en el país y los madereros disminuyan sus ventas.
“Hemos insistido en la creación del Instituto de la Madera conformado por una serie de laboratorios para poder certificar nuestra madera y mostrarle al mundo que la madera qué hay en esta región es la de mejor calidad para incluso vestiduras de vivienda”, definió.
El entrevistado enfatizó que por más que se ha impulsado no se ha logrado, ya que los gobiernos sólo los escuchan, plantean y citan, pero no hay voluntad para que los proyectos que tienen para impulsar la industria maderera se puedan llevar a cabo.
Refirió que para poder exportar es necesario constatar el origen lícito de la madera y que los ejidos estén certificados, además de los análisis y estudios que se realicen a la madera que se produzca para tener un sello de calidad, lo cual se podría lograr con la creación del instituto y con ello está materia llegue a otras partes del mundo.