Preside el Obispo de la Diócesis de Parral celebración solemne de la Resurrección del Señor en Catedral, ante cientos de feligreses que alegres acudieron llenos de esperanza y mediante la aspersión del agua bendita renovaron su bautismo, bajo un clima de júbilo aclamando “¡Este es el día del triunfo del Señor, Aleluya!”.
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Una celebración solemne presidida por el Obispo de la Diócesis de Parral, Mauricio Urrea Carrillo, y con la asistencia de cientos de feligreses católicos, este día la Catedral de Guadalupe se iluminó con el fulgor del cirio encendido en la vigilia pascual, ornamentos de color blanco y flores aromáticas que sobresalían del altar.
La misa inició con la aspersión del agua bendita, la cual recuerda el sacramento del bautismo, que a su vez evoca el arrepentimiento y el deseo de una vida nueva desde ahora.
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“Hermanos el Dios de la paz que ha resucitado a Jesucristo de entre los muertos esté con todos ustedes, de antemano a cada uno felices Pascuas de Resurrección, el deseo fervoroso de que la vida divina inunde sus corazones y se derrame en derredor suyo, pedimos a Dios por cada uno de nosotros, por nuestras familias para que su presencia viva se deje sentir en nuestra vida diaria y nos apoye hasta la eternidad”. expresó el líder pastoral.
Durante su homilía, Monseñor Mauricio Urrea destacó la importancia de este día solemne en el orbe católico, ya que El Señor ha triunfado sobre todos los enemigos de la humanidad; sin embargo faltaba uno por vencer, la muerte, que contrista las vidas y que tiñe con su color oscuro las alegrías humanas, misma que ante la Resurrección fue puesta bajo sus pies.
“¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?, no está aquí, resucitó”, recordó el Obispo las palabras de San Lucas, de manera que el Señor que momentáneamente fue sepultado y aparentemente vencido por el poder del mundo ahora recibe la respuesta de su Padre, ser levantado de los muertos, asumir todo poder y entregar la vida divina.
Urrea Carrillo comentó: “hoy inicia el tiempo de Pascua y a partir de hoy tenemos 50 días para meditar, para comprender nunca sin poder agotar del todo qué significa Resurrección y qué repercusiones tremendas tiene en nuestra vida personal y común, por eso la mejor guía, como siempre, para entender los misterios de la fe es la palabra misma de Dios, que se proclama en las asambleas cristianas”.
Argumentó que de la Palabra de Dios se puede acceder a lo que realmente es la Resurrección “si vamos poco a poco poniendo las etapas que cada Domingo de Pascua va a ir desarrollando entre nosotros, Pedro representa el corazón humano de cada cual, que pide, que exige que haya Dios que sea Todopoderoso y que ponga su poder en favor y beneficio nuestro, con la Resurrección ya no hay nada que amenace o enturbie nuestra felicidad, la luz de nuestra alegría porque El Señor ha triunfado sobre nuestros antiguos enemigos, vayamos comprendiendo entonces domingo a domingo en esta Pascua, que significa la Resurrección de Jesús, un hecho acontecido en el tiempo, en la historia pero lo rebasa, es un hecho sobrenatural; es decir, un hecho espiritual de un orden superior, mucho cuidado con creer que eso quiere decir meramente invisible y por invisible casi inexistente, es un hecho más firme, más patente y naturalmente perdurable que la vida humana misma”.
El líder pastoral finalizó exhortando a los asistentes a que poco a poco en este tiempo de Pascua vaya perfilando en el interior el sentido verdadero y profundo que tiene la Resurrección de Jesús y las implicaciones que tiene para la vida de cada uno.