Municipio se encuentra a la espera de convocatorias para acceder a recursos del Faismun y Fodesem que servirán para generar estrategias de problemáticas como el hacinamiento que afecta en hogares de la ciudad de acuerdo con César Gutiérrez, director de Desarrollo Social quien mostró conciencia de situaciones que se viven en hogares como el de Arturo Reyes Sandoval, habitante de la Colonia Fortuna, quien comparte casa con cinco personas que tienen dos habitaciones para dormir, de las cuales una está construida con madera, láminas y un techo de hule que en épocas de lluvias, frío y vientos no soporta las inclemencias del tiempo.
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En una entrevista exclusiva César Gutiérrez, director de Desarrollo Social del Municipio, reveló que la ciudad se encuentra a la espera de convocatorias que permitirán acceder a recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal (Faismun) y Fondo para el Desarrollo Socioeconómico Municipal (Fodesem).
De acuerdo con lo resaltado por el director, estos recursos serán destinados a la implementación de estrategias que aborden problemáticas como el hacinamiento que afecta a numerosos hogares en la ciudad.
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Durante la entrevista, Gutiérrez explicó que el Municipio está trabajando en los programas bases de Desarrollo Social y está a la espera de las convocatorias para enviar proyectos a diversos fondos estatales y federales.
Estos proyectos se centran en el mejoramiento de vivienda y otros rubros que beneficien a la ciudadanía. Además, el director de Desarrollo Social resaltó la importancia de trabajar en coordinación con el alcalde César Peña Valles para garantizar el uso efectivo de los recursos municipales.
En cuanto a la detección de la problemática del hacinamiento, Gutiérrez afirmó que están generando políticas públicas para combatir este problema. Se busca acceder a diferentes tipos de recursos y realizar gestiones administrativas para emplear los recursos municipales en programas destinados al mejoramiento de vivienda y otros ámbitos.
El funcionario mencionó la colaboración con la Asociación Mariana Trinitaria y aseguró que están realizando gestiones adecuadas para obtener los recursos necesarios para el ejercicio fiscal del presente año. Comentó que se espera que las convocatorias y procesos administrativos correspondientes se lleven a cabo en los próximos meses.
Según la información proporcionada por Gutiérrez, el año pasado se accedieron a siete millones de pesos del Faismun y 2, millones 038 mil 408 pesos del Fodesem para abordar las problemáticas de vivienda y hacinamiento en el Municipio.
Aseguró que la atención a estas cuestiones se suma a los esfuerzos ya realizados por el Presidente Municipal en distintos frentes, como el desarrollo de la colonia de Policía, que contribuye a mejorar la infraestructura de vivienda en la ciudad.
Gutiérrez mostró conciencia de la situación vivida por muchos ciudadanos, como el caso de Arturo Reyes Sandoval, residente de la Colonia Fortuna quien forma parte de la estadística de más de las 6 mil 705 viviendas que requieren la construcción de un cuarto extra de acuerdo con los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
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En una vivienda de la colonia La Fortuna, Martha Guerrera López Peinado y su esposo, Arturo Reyes Sandoval, comparten su historia de convivencia con otras cuatro personas personas, incluyendo a tres hijos y una nieta.
En una conversación ofrecida al interior de un cuarto construido por hojas de triplay de madera con techo de hule, la pareja reveló las condiciones en las que viven y los esfuerzos que han realizado para mejorar su situación.
Con una casa que parece no ser suficiente para albergar el número de personas, la pareja expone las dificultades de convivir en un espacio reducido. Arturo comenta sobre la construcción de un cuarto adicional, realizado hace un mes, para intentar aliviar la situación de hacinamiento.
Sin embargo, Marta agregó que durante una tormenta reciente, el cuarto no resistió completamente los embates del clima, dejando a la familia vulnerable a las inclemencias del tiempo.
“Hubiera visto los aironazos cómo nos pegó en el cuartito, se nos estaba cayendo todo y como pudimos lo volvimos a levantar hace un mes” declaró Arturo Reyes Sandoval.
Arturo detalla cómo enfrentan las bajas temperaturas, señalando que utilizan una “estufita” de leña para calentarse, aunque la pregunta sobre la calidad del aire revela las limitaciones de su situación.
La leña, necesaria para el calentón, se convierte en un desafío diario. Arturo comparte una anécdota en la que fue detenido por un conductor de maquinaria mientras buscaba leña. Aunque pudo explicar su situación, la anécdota refleja la precariedad de sus condiciones y la necesidad constante de recursos básicos.
Hubiera visto los aironazos cómo nos pegó en el cuartito, se nos estaba cayendo todo y como pudimos lo volvimos a levantar hace un mes
Arturo Reyes Sandoval
De acuerdo con lo observado durante la charla con la pareja entrevistada se observó que el espacio construido con madera tiene dimensiones de tres metros de ancho por tres metros de largo.
Al ingresar, se revela una cuidada distribución del espacio. A pesar de su tamaño compacto, el cuarto alberga elementos esenciales que caracterizan la vida de esta familia. Un rincón se destaca por la presencia de una estufa de leña, cuyo calor proporciona más que solo abrigo en las frías noches.
Un estante, cuidadosamente dispuesto, exhibe una colección de especias que la señora Marta utiliza para sazonar sus platillos. En el centro, una cama, el epicentro de descanso y sueños, ocupa un espacio que se adapta a las dimensiones justas del cuarto.
Las paredes de madera, dan la bienvenida con calidez. La entrada, engalanada con una pequeña imagen de la Virgen de Guadalupe, irradia espiritualidad y devoción. Manteles y cobijas colgadas estratégicamente en las paredes de madera y el techo de hule aportan un toque hogareño y colorido, contrastando con la aparente simplicidad del entorno.
En cuanto a la iluminación, la escasez de ventanas y la ausencia de energía eléctrica se traducen en una tenue luminosidad. La luz natural es un bien escaso, invitando a la contemplación en medio de una atmósfera acogedora, pero matizada por la penumbra.
Los muebles, aunque funcionales, muestran las huellas del tiempo. Con un aspecto desgastado por años de uso, preguntas surgen sobre la necesidad de reparaciones. La durabilidad de estos elementos es testimonio de la resistencia de la familia frente a las adversidades diarias.
El cuarto luce un encantador desorden que revela la autenticidad de sus ocupantes. Botes de agua, utilizados por don Arturo para traer el vital líquido desde la llave comunitaria de La Fortuna, añaden un toque de pragmatismo a este rincón de la vida diaria.