La desaparición de cuatro jóvenes enfermeros que radicaban entre Parral y Jiménez cumple cinco años, y nadie sabe algo sobre su paradero, incluso el caso inició como una pesquisa de los afectados y con el paso de las investigaciones, el caso tuvo un giro y se vio involucrado en un caso de trata de mujeres con fines sexuales, así como una fuerte conexión con un grupo criminal que opera en la zona sur y que incluso tendría alcances en otros municipios y estados como Durango.
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Mayra Guadalupe Mendoza Adame, Merari Muñoz Lozano, Sigrid Casandra Díaz Huerta y Oswaldo Galván Rodríguez fueron los cuatro jóvenes que de momento siguen en calidad de desaparecidos, y que fueron llevados en contra de su voluntad por un grupo armado –en su mayoría agentes municipales- los amenazaron y sacaron del domicilio por la fuerza a finales de mayo de 2018, en el municipio de Parral.
Las investigaciones revelan que, en realidad, fueron cinco los jóvenes afectados. Los primeros fueron Mayra Guadalupe y Merari, quien era amiga de la primera, quienes al parecer habrían salido por la noche del 27 de mayo, pero posteriormente, al mismo domicilio donde habitaba Mayra, con otros jóvenes, arribaron sujetos armados y se llevaron a otros tres jóvenes, Sigrid, Oswaldo y otro joven, que se mantiene en reserva. Este último individuo ha sido un testigo clave en el caso, bajo una protección y colaborando con la investigación a través de las autoridades estatales.
Este último sujeto ha sido pieza clave en el caso, incluso es testigo protegido de la investigación bajo la causa penal 4129/2018, ya que los sujetos armados al momento de llevarse a los jóvenes, reconocieron a uno de ellos y al parecer era familiar de uno de los pistoleros y por ese motivo decidieron dejarlo en libertad, más tarde fue localizado por la Fiscalía General del Estado, con quien ha colaborado con información y algunos detalles de ese momento.
De acuerdo a los archivos periodísticos de El Heraldo de Chihuahua, como la misma información recopilada al momento por la Fiscalía General del Estado, son tres personas las que al momento se encuentran detenidas, siendo dos de ellos elementos de la Policía Municipal de Parral, así como una mujer que dirigía un grupo de trata de mujeres en ese mismo municipio.
Los agentes detenidos son Iván Francisco L. "El Robocop" y Omar Iván R. "El Policholo", quienes fueron capturados, tras haber recibido información que el día de los hechos se encontraban participando en la captura de los jóvenes y que fueron sentenciados en 2021 a 31 años de prisión por los delitos de desaparición forzada.
La tercera detenida fue Claudia Palmira M.A. "La Pamy", a quien se le investigó y se le relaciona con la desaparición de por lo menos dos de las afectadas, toda vez que los agentes obtuvieron información y evidencia de que se hacía cargo de distribuir mujeres con fines sexuales y entre el “catálogo” de trabajadoras, se encontraban Mayra y Merari, además de que se logró acreditar la conexión que había con un grupo criminal que operaba en la región sur del estado.
En los archivos, se tiene documentado que Palmira, quien enfrenta una condena de casi 60 años de prisión, tenía una comunicación constante con Mayra y Merari, además fueron encontradas en el llamado “catálogo” que la mujer distribuía a diferentes clientes, para que eligieran a alguna para tener un intercambio sexual, además de que ella cobraba una cantidad de dinero por ese servicio y les daba comisión a las trabajadoras, pero entre las mujeres fueron localizadas menores de edad y algunas afectadas que estaban en contra de su voluntad, motivo por el cual fue detenida.
Durante la audiencia y posteriormente el juicio oral, se determinó que ella vendía las mujeres a los integrantes del Cártel de Sinaloa y que incluso las trasladaba en avionetas a otros municipios aledaños y hasta Durango para cubrir los servicios sexuales, y todo estaba concentrado en su negocio ubicado en la calles de la colonia Bellavista.
Otro de los sujetos que estuvo al momento de los hechos fue un joven quien fue identificado como Jesús Antonio T. M. conocido o apodado como "Chavita", quien de acuerdo a la información de la Fiscalía General del Estado, habría participado en la privación de los enfermeros, pero en enero de 2020 fue asesinado.
Según la investigación, el día de los hechos habría acudido al lugar de la privación de los cuatro enfermeros y también sabía el destino final de los mismos, por lo que al avanzar en las indagatorias, aparentemente personal del mismo grupo armado, fue quien lo privó de la vida ante el riesgo de que “soltara” esa información e incriminara a más responsables.
Dentro de los datos de inteligencia que concentran los agentes investigadores, relacionan a Jesús "Chavita" con un grupo criminal que radica en Parral, bajo la orden de un sujeto de nombre Alejandro S. S. a quien apodan como "El Visky", mismo sujeto que está identificado por la Fiscalía General en la estructura de la denominada Gente Nueva que pertenece al Cártel de Sinaloa en el estado de Chihuahua.
El joven, de 26 años de edad, fue localizado sin vida en el fraccionamiento San José, donde luego de ubicar el cuerpo se logró su identificación por personal del Servicio Médico Forense, quien se hizo cargo de obtener la evidencia y retirar el cuerpo, siendo entregado después a sus familiares durante aquel año.
Al momento también se ha realizado la detención de dos figuras importantes de ese grupo armado, que aunque no han sido vinculados con la desaparición de los jóvenes enfermeros, pudieron haber recibido información sobre estos hechos, ya que eran uno de los principales operadores del grupo criminal en la zona sur del estado.
De acuerdo al mismo organigrama criminal que concentra la Fiscalía General, Antonio Leonel C.M. "El 300" o "El Bin Laden" era uno de los principales operadores del grupo de la Gente Nueva y al parecer algunos de sus pistoleros se encontraban en el lugar, al igual que César Ulises R.J. conocido o apodado como "El 309" o "El Arlekín", ambos fueron detenidos en años pasados por otros delitos, pero de igual forma no han querido compartir información sobre esos hechos.
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De igual forma, los tres detenidos, ni testigos que han participado en estos hechos, han logrado brindar información suficiente para localizar e identificar el paradero de los cuatro enfermeros desaparecidos, pero entre diferentes rastreos han logrado localizar restos óseos, pero no han podido esclarecer que sean de los jóvenes, por lo que a cinco años de los hechos, la búsqueda sigue activa.
Con información de Rosy Reyes | El Sol de Parral
Nota original en El Heraldo de Chihuahua
