Diana Rocío Duarte, quien tiene una discapacidad motriz, consideró que la ciudad de Parral sí ha avanzado en el aspecto de la inclusión, no obstante, señaló que las autoridades solo se fijan y avanzan en el centro de la ciudad, mismo que es “la imagen” de Parral, y dejan en el abandono las colonias lejanas al centro, donde residen las personas.
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Destacó que para el caso de la colonia Emiliano Zapata o el Barrio Golondrinas, las banquetas miden menos de un metro de ancho, y dificultan el tránsito, además que las condiciones no están propias para una persona con discapacidad. Dijo que otro de los daños más comunes es que la Comisión Federal de Electricidad colocara postes justo en medio de las banquetas, lo que provoca tener que bajarse a la carretera y arriesgar su vida.
Egresada de la carrera de Tecnologías de la Información como Ingeniera, Diana cuenta que durante sus años de estudios era muy complicado decidirse por una escuela en específico, ya que señala que ha tenido dificultad para caminar y auxiliada por un equipo de movilidad desde hace años, y tenía que encontrar escuelas que estuvieran aptas para poder trasladarse sin ningún problema en su interior; el problema es que eran escasas.
“Actualmente la mayoría de las escuelas tienen acceso con rampas, pero antes era muy difícil conseguir la educación”, dijo.
En este sentido, fue cuestionada sobre las condiciones en que operan algunos locatarios del centro de Parral, en específico, en la falta de accesos a comercios por la infraestructura anti inclusiva que se tiene. Ante ello, explicó que para el caso del centro de la ciudad sí se ha ido en aumento, ya que “se tiene que dar una buena imagen a los turistas”, mencionó.
Explicó que el problema en general no es en el centro, pues como dice, poco a poco se va actualizando a las necesidades de la población, de los turistas y de la imagen pública, sin embargo, señaló que el verdadero problema es el reto al que se enfrenta en las calles fuera del centro de la ciudad.
“En las colonias es necesario, y dejan en el olvido a las colonias. Me pongo a pensar qué va suceder con los barrios como la Emiliano Zapata, Las Golondrinas. Es un martirio pasar por ahí porque las banquetas miden un metro de ancho”, explicó.
Además, dijo que los retos para las personas con discapacidad en Parral no solo son de accesibilidad, sino también, laborales. Destaca que como ingeniera no ha podido ejercer, y que su trabajo no se ha valorado como se valoraría el de una persona sin discapacidad.
Añadió que muchas empresas deberían comenzar a cambiar por iniciativa propia y no porque se les exija a través de las leyes y que realmente espera que pronto se pueda disfrutar de todo lo que ofrece Parral sin tener ningún problema para acceder a sus servicios o a sus productos.
“Sí hay avance en la ciudad, pero falta mucho por hacer”, terminó.