Relojes que solo aciertan dos veces al día, en diferentes partes de la ciudad, hay relojes que ya no funcionan; el reloj de la Independencia carece de manecillas; además, el reloj del edificio de la Casa de la Cultura, se encuentra paralizado minutos antes de las 10.
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Pareciera que el tiempo se detuvo en Parral, o al menos así se puede percibir en diferentes relojes públicos que están sin operar en la ciudad; unos al carecer de mecanismo para operar, otros por el paso del tiempo y algunos que quedaron en el olvido.
La vista de la ciudad al caminar es algo de apreciarse; sin embargo, esta postal se ve manchada por un reloj sin manecilla que se encuentra a la altura de la glorieta, casi al concluir la avenida Independencia.
En el edificio de la antigua presidencia municipal, a la altura de la plaza Principal, un segundero combinado con el minutero y el horario, están a punto de conjugarse para que den las 10:00 en punto; sin embargo, este reloj solo acierta dos veces al día, debido a que permanece sin moverse de forma permanente.
Canuto Establillo era un vecino que vivía en La Michoacana, quien donó este reloj; y en 1992 fue instalado luego de que se le hicieran algunos arreglos al edificio; esto, según lo expuesto por el historiador, Roberto Baca.
Comentó que desde hace aproximadamente cinco años es que dejó de operar, comenzó a tener averías y la carencia de mantenimiento terminó por paralizar el mecanismo que opera esta pieza de la ciudad.
Hay relojes más antiguos como el que se encuentra en el templo de San José, que data los años 1672; el cual da su hora gracias a que opera con la ayuda del astro rey, no obstante, tras aproximadamente 351 años de su existencia, para muchos quedó en el olvido.
El historiador Roberto Baca, comentó que en 1672, se realizó una colecta para edificar un templo que sustituyera al de adobe, que se tenía previo a la construcción actual; en el que ya no cabían los feligreses de aquella época.
Para la construcción del templo se tuvieron aportaciones de Valerio Cortez del Rey, José Simois y Domingo de Apresta, cada uno con una donación de 10 mil pesos, así como Juan de Salaices, con cinco mil pesos, entre otros, que se sumaron a la causa.
Otro de los relojes descompuestos que hay en Parral, es el que se encuentra en San Juan de Dios, a la altura de la plaza Guillermo Baca, el cual es de 1900 aproximadamente, pero con el paso del tiempo, dejó de operar con regularidad.