La maestra Alicia Soto Cueto, del departamento de Psicopedagogía de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Chihuahua aseguró que realizar actividad física de manera regular ayuda a combatir la depresión, la ansiedad y el estrés.
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El ejercicio promueve cambios estructurales y fisiológicos en el cerebro a través de la creación de nuevas neuronas, remplazando a las que ya no funcionan adecuadamente, según lo manifiesta la psicóloga de la UACH.
Iniciamos un nuevo año y con él, hacemos propósitos de hacer deporte y ejercicio, lo cual es muy positivo; sin embargo, poco sabemos de los efectos que tiene en la salud mental de la persona que lo practica.
La especialista indicó que, el ejercicio promueve cambios estructurales y fisiológicos en el cerebro, a través de la creación de nuevas neuronas, remplazando a las que ya no funcionan adecuadamente, proceso que se conoce como neurogénesis; asimismo,reduce la neuro inflamación (relacionada en muchas ocasiones con la depresión) y finalmente, produce sentimientos de calma y bienestar, asociados a la liberación de hormonas y neurotransmisores; como las endorfinas que tienen un efecto analgésico y nos dan un sensación de bienestar.
“La mejor parte es que no es necesario ser fanáticos del ejercicio para obtener estos resultados, se ha demostrado que la actividad física moderada aumenta inmediatamente los niveles de dopamina, norepinefrina y serotonina del cerebro; es decir, cualquier ejercicio o deporte que propicie el movimiento, aumentarán el placer, la motivación, la atención, la regulación del estado de ánimo, así como del sueño y el apetito; entre otros beneficios”, informó.
La maestra lamentó que durante los últimos meses, haya un incremento en la cantidad de personas que viven con ansiedad y depresión. La tristeza, la sensación de vacío, la falta de motivación; así como la preocupación, la baja tolerancia a la incertidumbre y el temor intenso, son características que asechan a niños, jóvenes y adultos, sin discriminar edad, sexo o status económico.
Lo anterior, provoca que la sociedad experimente una pérdida de rutina, una reducción del contacto social y físico, aumento en la frustración, el aburrimiento y una constante sensación de soledad que puede resultar difícil de gestionar para muchas personas; es decir, una pérdida significativa de bienestar emocional.
Es por ello, que los profesionales de la salud mental se ven en la necesidad de implementar estrategias paralelas que coadyuven a la psicoterapia y tratamientos médicos, entre las que se encuentran el recomendar que se realice algún deporte o actividad física de manera regular.