Los dulces elaborados a base de leche y nuez se han posicionado como uno de los principales atractivos gastronómicos del Valle de Allende; golosinas como queso de nuez, leche quemada, y nuez garapiñada se han convertido en una tradición de más de 20 años, cuya característica es que no contiene conservadores y la materia prima surge de la propia naturaleza del municipio.
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María Luisa Hernández Torres, mejor conocida como “Magua”, se ha convertido en un referente en la elaboración de dulces tradicionales de Valle de Allende, que no solamente atraen a los habitantes, sino a quienes visitan el municipio.
En entrevista para El Sol de Parral, señaló que a lo largo de 24 años ha mantenido una de las actividades culinarias más tradicionales en el municipio, ya que sus dulces han trascendido incluso la región.
Compartió que todo empezó cuando su hijo estaba pequeño y en esa temporada, por condiciones adversas, no hubo comercialización de nuez, es decir, se ofertaba a un costo muy bajo, por lo que comenzó a elaborar dulces de este fruto seco garampiñados, así como queso de nuez, que eran vendidos por su hijo.
“De ahí me empezó a llamar la atención, las tías de mi esposo se dedicaban a realizar dulces, por lo que comenzaron a darme clases y poco a poco fui obteniendo más recetas, tomando cursos y actualmente sigo con esta tradición”, dijo.
A pesar de que todos los dulces que elabora, se mantienen en el gusto de las personas la nuez garampiñada y encanelada, así como el queso de nuez.
El negocio de la señora “Magua”, ubicado en la calle Mina en el municipio de Valle de Allende, alberga una variedad de 35 tipos de dulces como el queso de nuez, jamoncillo, nuez encanelada, ciruela pasa rellena, tamarindo, cocadas, enjambre de chocolate con nuez, palanquetas de cacahuate y nuez, dátil con nuez o enchocolatado, nuez enchilada, bombón con chocolate y nuez, así como el vino de membrillo, granada y nuez.
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Una de las características que distinguen a sus dulces es que no contiene ningún tipo de conservador y están elaborados a base de productos totalmente naturales del municipio.
Expresó que hasta una hora de su tiempo destina para elaborar los quesos de nuez; sin embargo, el que requiere mayor cuidado es el rollo de guayaba relleno de leche quemada y nuez, ya que tarda de tres a cuatro días para secar y poder venderlo.
“Vienen muchas personas de Parral, Jimenez, Ciudad Juárez, incluso de Estados Unidos, ya nuestros dulces se han hecho famosos y quienes ya los han probado continúan comprándolos y recomendando el sabor que tienen”, expresó.
Resaltó que este oficio ya se ha convertido en una tradicional familiar, ya que su hija se ha interesado por conocer la forma en que la señora Magua realiza los dulces y con ello mantener el sabor que los distingue.
