Con el arranque de la Gran Cabalgata y las Jornadas Villistas, como cada año reviven las leyendas en torno al general Francisco Villa y los historiadores locales afirman que el Centauro del Norte sigue en esta región o al menos su cabeza.
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Desde que su tumba en el panteón de Dolores fue profanada en 1926 para robar la extremidad han surgido diversas historias, como que fue vendida a una sociedad secreta de la Universidad de Yale, pero para los estudiosos la más consistente es que la cabeza fue enterrada a 40 minutos de la ciudad en la comunidad de El Cairo perteneciente al municipio de López.
La versión oficial destaca que en la época del entonces presidente de la República, Luis Echeverría, el 16 de noviembre de 1976 ordenó mediante la publicación en el Diario Oficial de la Federación, proceder a exhumar y trasladar los restos del General de División Francisco Villa para depositarlos en el Monumento a la Revolución donde aún supuestamente permanecen.
No obstante, quienes se han encargado de estudiar la vida y muerte del Centauro del Norte difieren acerca de esta versión, ya que indican que no existe evidencia que constate esta versión.
Tal es el caso del escritor Reidezel Mendoza, quien reveló que tanto de la versión de que los restos de Francisco Villa están en el Monumento a la Revolución, así como en el Panteón de Dolores en Parral, se pueden hablar de ellas pero de ninguna se tiene sustento, porque en la exhumación de 1976 no había un forense, una persona especializada que diera fe de que los restos eran de Villa.
El investigador Jesús Vargas manifestó que en algún momento se mostraron los supuestos huesos de Villa, sin embargo, no hay una comprobación que diga que son realmente los del general y sostiene que los restos se desintegraron y se quedaron ahí donde estuvo sepultado originalmente; esa es la tumba de Villa desde su punto de vista.
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Por su parte, Martín Villa, bisnieto del Centauro del Norte y miembro de la Fundación Visión Villista, comentó que fue en el año de 1976 en el momento en el que Luis Echeverría presidente de la República da la orden y genera el decreto presidencial de exhumar los restos del General Villa y llevarlos al Monumento a la Revolución en Ciudad de México.
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Señaló que lo importante es enfocarse no solamente en los restos, sino los motivos políticos y sociales que están detrás de los restos del General Villa, ya que al final de cuentas los restos están en todas partes y en ninguna.
“Respetando la versión oficial, que incluso lo muestra la historia de la Revolución Mexicana, es que los restos del General Francisco Villa están en el monumento a la Revolución y se guardan en una urna que mantiene un símbolo importante, que es el maíz que tiene que ver mucho con los mexicanos”, dijo.
Detalló que no van a dejar de lado ni a borrar las versiones que tienen que ver con las comunidades, ya que durante el centenario de la muerte de Villa se dedicaron a visitar y encontrarse con una serie de villistas y poblados que cuentan diferentes versiones.
“Todas estas versiones son las que formalmente le dan fortaleza a nuestra misma historia, es a través de ese desarrollo desigual y combinado que podemos tener una fortaleza como nación y trabajar por lo que verdaderamente implica los valores revolucionarios”, expuso.
Manifestó que se tienen múltiples testimonios sobre los restos del General Francisco Villa, por lo que algunos descendientes fueron partícipes de la idea de que se tenían que volver a exhumar los restos que están en el Monumento a la Revolución.
“Dejamos ir esa idea porque nos dimos cuenta que independientemente de los restos, llegamos a la conclusión de que el espíritu de Villa lo traíamos cada uno de nosotros en nuestros corazones y ese espíritu pesa más que la materia, que los restos, porque gracias a todo ese esfuerzo, ese sacrificio y dedicación es que podemos llegar al espíritu de Villa, porque hasta los que no son villistas traen al General Francisco Villa en el corazón porque algo andan buscando de bienestar en la sociedad y era lo que más quería Villa”, finalizó.
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No hay sustento en las versiones sobre el lugar donde está Villa: Reidezel
El escritor Reidezel Mendoza destacó que después de la autopsia que se le practicó el mismo día del asesinato a Villa el 20 de julio de 1923, se embalsamaron los cuerpos del caudillo y de Trillo; el de Villa, la intención era que fuera sepultado en el Panteón de Dolores y el de Trillo para mandarlo a la ciudad de Chihuahua.
Mencionó que la misa de cuerpo presente de Francisco Villa se celebró en el templo de San José. Fue sepultado el sábado 21 de julio, un día después del asesinato, en la fosa número 632 de la novena sección del Panteón de Dolores, en el libro de registros aparece con el número 307.
Destacó que en esa época a la derecha de la tumba de Villa quedaban los restos de su caballerango y asistente Daniel Tamayo, a la derecha de esta tumba estaba la del chofer Rosalío Rosales, que apenas tenía unas semanas trabajando para el General.
Recordó que la madrugada del 6 de febrero de 1926 el cadáver de Villa fue decapitado y la cabeza fue extraída por un grupo de militares, por órdenes del General Francisco Durazo Ruiz, que en esa época fungía como jefe de la Guarnición Militar de Parral.
“Es importante recalcar esto porque es a partir de esta profanación de la tumba y de los restos, que se decide mover el cuerpo; parece ser que Durazo había hecho negociaciones con un particular para venderle la cabeza como trofeo”, dijo.
Explicó que una vez que los restos de Villa son recuperados, son vueltos a meter en una caja y se tiene entendido que fueron reinhumados en la fosa número 3 en el lote número 2 del mismo panteón, el cual parece ser que pertenecía a la familia Rentería que fue una de las mujeres de Villa: Austreberta Rentería Ortega.
“Ese día también fueron removidos los restos de su asistente Tamayo que fueron depositados en la fosa número 5 en la misma fila; los del chofer Rosales en la primera fosa y los de Hurtado en el número 4, este lote parece ser que le partencia a la familia Rentería y se encuentra a poco más de 100 metros hacia el oriente en el mismo pasillo central donde se encuentra hoy la tumba donde la gente acude a recordarlo”, expuso.
Describió que el 18 de noviembre de 1976 por medio del decreto 239, Luis Echeverría ordena exhumar los restos de Villa de la tumba 632 del Panteón de Dolores para posteriormente ser trasladados y depositados en el Monumento a la Revolución.
Manifestó que es aquí donde comienzan las dudas, leyendas e historias que ninguna ha proporcionado información creíble y documentada para sostener sus versiones. Oscar W. Ching Vega que fue el que encabezó el grupo de militares y de civiles, que no tenían ninguna experiencia forense, excavaron la tumba 632 se supone que Villa ya no estaba ahí.
“Las dudas surgen porque Ching, quien aparte escribió un libro sobre la exhumación, dice que los médicos que presenciaron la exhumación afirmaron que los restos que se llevaron a México que recuperó este grupo de civiles para cumplir el decreto de Echeverría, eran de una mujer de entre 40 y 45 años de edad quien al parecer había muerto de cáncer. Cuando a Ching le preguntan si serán los restos del General, él enfadado dice: a mí me ordenaron llevarme esto, refiriéndose a los restos, esto encontré y esto me llevo…” resaltó.
Reiteró que se generaron muchas cosas que no quedaron claras, ya que los restos no eran gran cosa, sino que correspondían a una parte del radio, cúbito, peroné, así como del fémur que ninguno de estos huesos estaban completos; además, no acudió ningún antropólogo forense, que es quien puede dar fe de lo que se encuentra ahí.
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“Después, surgieron leyendas muy absurdas para mi gusto, en las que se aseguraba que la nueva tumba en donde fue depositado Villa del lote de Rentería, una mujer había muerto en Parral en 1931, cuando viajaba rumbo a El Paso, Texas, desde Jiménez, pero que se puso grave. La llevaron a Parral y muere ahí, según Austreberta Rentería, la viuda de Villa y Pedro Alvarado, ordenan decapitar el cadáver para sepultarlo ahí en lugar del de Villa. Nunca he visto evidencia al respecto son sólo dichos”, expuso.
Manifestó que si es cierto que los restos de Villa no son los del Monumento, pudieran tratarse de la mamá de Austreberta Rentería, la señora Austreberta Ortega de Rentería, suegra de Villa, quien murió el 23 de marzo de 1932, tenía poco más de 50 años y murió de complicaciones renales y fue sepultada en el Panteón de Dolores que no se cuenta con el dato sobre la fosa.
“Yo creo que ese dato es el que más se aproxima a esa mujer que afirman que fue sepultada encima del féretro de Villa en la tumba en la que, supuestamente, lo removieron y podría especular que sería en todo caso la suegra del General, pero no me inclinaría por una u otra versión; puedo decir que hay serias dudas en las dos afirmaciones, hubo muchas deficiencias en la exhumación, yo creo que todo se aclararía con una prueba de ADN de los descendientes de Villa que no vengan de la línea de los Rentería”, manifestó.
Expresó que hay una versión en donde, supuestamente, existen restos de Francisco Villa sepultados en la comunidad de El Cairo, en la carretera a Jiménez, que perteneció a Durazo, quien cuenta que era la cabeza de Villa que se robó y que cuando no se hace el trato aparentemente le ordena a uno de los soldados que vaya y la entierre lejos de la casa, supuestamente la deposita en ese rancho.
“Ha ido gente a buscarla, pero es un territorio muy grande, hay quienes han ido a preguntarle a la gente que, obviamente, no tiene ni idea de lo que le decían porque ocurrió en 1926 y no hay nadie que dé fe de eso; el soldado que la depositó no se sabe quién fue, pero son leyendas que están lejos de poder ser probadas”.
Enfatizó que tanto la versión de que los restos de Francisco Villa están en el Monumento a la Revolución, así como en el Panteón de Dolores en Parral se pueden hablar de ellas, pero de ninguna se tiene sustento porque en la exhumación de 1976 no había un forense, una persona especializada que diera fe de que los restos eran de Villa.
Villa permanece en el Panteón de Dolores: Jesús Vargas
El investigador Jesús Vargas mencionó que se habla mucho de que durante el gobierno de Luis Echeverría se exhumaron los restos de Francisco Villa, de la tumba donde habían estado desde el año 1923.
Destacó que la versión oficial indica que los restos del General Villa se encuentran en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México, lo cual catalogó como una falsedad, ya que hay muchos recursos que han dado lugar a una polémica.
Manifestó que, en algún momento, se mostraron los supuestos huesos de Villa, sin embargo, no hay una comprobación que diga que son realmente los del general.
“Sin detenernos en eso, lo que yo sostengo es que los restos de Francisco Villa se desintegraron y se quedaron ahí donde estuvo sepultado originalmente; esa es la tumba de Villa desde mi punto de vista”, estableció.
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