Dolores Chavira, abuelito que se gana la vida vendiendo paletas

Como buen hombre de trabajo, hoy jubilado, no deja de salir “a picar piedra” de una o de otra manera

Luis Murillo | El Sol de Parral

  · miércoles 28 de julio de 2021

Foto: Luis Murillo | El Sol de Parral

Desde las 10 de la mañana, con el sol en su apogeo, don Dolores Cerros Chavira de 69 años, llega al centro de la ciudad para vender sus ricas y frescas paletas, lo que le alcanza para "chiviar" y llevar sustento a su hogar, donde lo espera su esposa con quien tiene 45 años de casado. Al igual que el entrevistado, según lo reportado por una paletería hay más de una decena de personas de la tercera edad que se dedican a esta actividad que en un día “fructífero” puede dejar hasta 500 pesos.

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Don Dolores es un paletero que sale todos los días a trabajar por el mero gusto de sentirse ocupado, ya que recibe dos pensiones, de 65 y más, aunado al pago que recibe del IMSS; como buen hombre de trabajo, hoy jubilado, no deja de salir “a picar piedra” de una o de otra manera.

Verónica Pérez Téllez, de los helados Regia, ubicados en la Carrillo Puerto, expuso que en su empresa hay al menos seis personas de la tercera edad que venden en “carritos”; sin embargo, se resalta que en la entrada de la colonia Talleres y la calle Juárez, hay dos empresas donde también comercializan de esta manera.

Según lo relatado, los niños paleteros casi no se ven, es decir que solo esporádicamente acuden a solicitar, ya que por lo general son personas de la tercera edad las que se dedican a este oficio.

Son las siete de la mañana el señor Dolores ya está “como rifle, cargado y listo“, escuchando el noticiero matutino, hasta que llegan las nueve con treinta minutos y sale rumbo a la paletería que se encuentra en la entrada de la colonia Talleres.

En punto de las 10 de la mañana, este abuelito “luchón” ya está en la Plaza Principal ofreciendo las paletas, nieves y de más productos donde se une al cliché clásico de pueblo mágico, con la plaza, el kiosco, la señora de los chicharrines, el perro moviendo la cola y los niños pidiendo una paleta con los “calorones” de más de 30 grados que azotan a “Parralito llovedor”.

Como en todos lados, hay días buenos y días malos, “hay veces que nada el pato y hay veces que ni agua bebe”, así lo relata el señor Cerros Chavira, quien comentó que en una jornada de trabajo hasta las seis de la tarde se puede llegar a ganar una “quinina”- 500 pesos.