Disminuirán más del 60 por ciento los cultivos de riego por gravedad en Jiménez luego las lluvias escasas en último ciclo agrícola; Roberto Baca Perea jefe de la Sader en el distrito del Río Florido expuso que este año se sembrarán 700 hectáreas de cultivos como maíz, chile y avena que representa un baja respecto a las 1800 hectáreas que se sembraron el año pasado, lo anterior con el objetivo de priorizar el riego en cultivos como la alfalfa y la nuez.
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Roberto Baca Perea, jefe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en el distrito de Jiménez declaró que se espera sembrar 700 hectáreas de maíz, chile y avena, que representa una disminución respecto a las mil 800 hectáreas sembradas en 2023.
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Según lo resaltado por el funcionario, la disminución de agua en las presas de San Gabriel y Pico de Águila, son el principal factor por el cual se decidió disminuir la superficie que se sembrará en este ciclo agrícola.
De acuerdo con la información referida por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) actualmente se cuenta con el 54 por ciento del total de la capacidad que tiene la presa de San Gabriel, mientras que la de Pico de Águila está al 45.7 por ciento.
En este sentido, el jefe de la Sader aseguró que las condiciones en el subsuelo son similares, motivo por el cual, se priorizará el riego de los cultivos perene (alfalfa y nogal) que se siembran en la región del Río Florido.
El funcionario dijo que esta situación afectará al menos a mil 400 productores de estos cultivos quienes tuvieron que generar estrategias para poder enfrentar este ciclo agrícola P-V 2024 que arranca este 1 de marzo.
Explicó que la superficie sembrada de maíz el año pasado alcanzó las mil 200 hectáreas, contrario a las 400 hectáreas que se sembraron este año; lo que representa una disminución del 75 por ciento en la superficie de maíz.
La avena y el chile presentaron una disminución del 50 por ciento; el año pasado se sembraron 400 hectáreas y este año se alcanzó una superficie de 200, en misma situación el cultivo de avena alcanzó 100 hectáreas.
El jefe de la Sader explicó que el año pasado cultivos del maíz se vieron perdidos casi en su totalidad por la sequía que desencadenó problemas de plagas en la región de Coronado, Jiménez y López.