Uno de los cuerpos de agua más importantes de la región sur del estado de Chihuahua, el río de Valle de Allende se secó este mes. Esto impacta a cuatro municipios que componen el afluente tributario del río Florido que nace en la sierra de Santa Bárbara y llega hasta el límite de López y Jiménez. Este cuenta con más de cuatro siglos de historia y tradición al haber sido testigo del surgimiento de comunidades como el antiguo Valle de San Bartolomé, mismo que desde su origen es atravesado por la acequia madre que dotaba de vital líquido a las huertas de los vecinos y que hoy albergan miles de nogales; sin embargo, el panorama para este oasis a 40 minutos de la ciudad de Parral es desalentador, ya que los pobladores aseguran que el fenómeno no se había presentado en más de 50 años.
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Por la sequía que azota al estado de Chihuahua y sus 67 municipios, una de las poblaciones ubicada al sur de la entidad, como lo es Valle de Allende, atraviesa por una situación complicada, ya que el río y la acequia madre que dieron vida a la población se encuentran secos desde que inició el mes, lo que afecta también a siete comunidades.
El cauce kilométrico corría de una cuenca de mantos acuíferos que inicia en la sierra de Los Azules, municipio de Santa Bárbara, para después atravesar El Verano, municipio de Matamoros e incorporarse al Ojo de Talamantes ya en Allende y finalizar entre los municipios de López y Jiménez.
Punto turístico
El río Allende conocido también como un punto turístico de encuentro, tanto para visitantes como para los pobladores, fungía como un lugar en el que principalmente los fines de semana se acudía a disfrutar de la sombra de los árboles, pero también para realizar alguna comida que sirviera como convivencia para las personas.
Angélica, una mujer que cuida una huerta nogalera, destacó que históricamente en más de 50 años el fenómeno no se había presentado en la población; sin embargo, ahora el panorama es complicado y muy probable que para este año no haya producción de nuez, pues dependía totalmente de la acequia madre, que a su vez corría del río Allende.
La entrevistada añadió que desde que tiene uso de razón no le había tocado un fenómeno como tal, pues recuerda que inclusive en ocasiones por la abundancia del vital líquido las horas de riego se prolongaban a tal grado de no “ahogar” los plantíos, pero sí de dotarlos de una cantidad considerable de agua.
También, manifestó que no hay otra opción para dotar del vital líquido a los nogales, pues con el agua de la línea general no alcanza, ya que necesitan de mucha agua, aunado a que se dispara el recibo a miles de pesos; pero sobre todo sería una inconsciencia hacerlo, ya que la prioridad es que se tenga en las casas para consumo.
Si hay producción de nuez será de mala calidad
Añadió que seguramente la nuez sí se dará, pero será mala, ya que estará pegada a la cáscara o muy pequeña, por lo que no queda más que esperar que se recargue el río Allende y con ello la acequia madre para volver a contar con agua en estas zonas agrícolas que dependen en su totalidad de ambos cuerpos de agua.
En tanto, el titular de Desarrollo Rural, Carlos Mario Mendoza, comentó que a pesar de que esta agua ya no se extrae directamente para suministro de la población, sí favorece a los mantos freáticos por lo que se convierten en los principales afectados, ya que su cauce pasa por al menos siete comunidades cuya población expone que esta situación es atípica ya que nunca se había presentado un acontecimiento similar a causa de la sequía.
“Al menos esta problemática no se había visto en más de 100 años, según cuentan personas ya mayores de las comunidades aledañas, nunca habían presenciado que el río se secara por completo”, dijo.
El funcionario municipal indicó que el río de Valle de Allende abarca al menos siete comunidades que pertenecen al municipio. “Esta agua no se puede utilizar, ya que es propiedad de la Federación, pero si tuviera corriente desemboca en las presas una de ellas es La Boquilla y otro con el río Parral”, expuso.
Una de las principales fuentes de abastecimiento, no solamente para el municipio, sino para comunidades aledañas al Valle de Allende, se ha secado en su totalidad.
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El recurso hídrico proviene del Ojo de Talamantes, por lo que dicha localidad también se ve afectada. Este río es un símbolo característico de Allende y uno de los principales atractivos en donde durante los fines de semana habitantes, así como de municipios aledaños, acuden para realizar diversas actividades.
En Valle de Allende son más de cuatro mil 300 habitantes, según datos del Inegi. A pesar de eso, es de los lugares más visitados por los parralenses durante los fines de semana, sobre todo en esta temporada de calor, donde muchas familias llegan a este municipio con la intención de darse un chapuzón en los centros recreativos o el agua del río Florido que atraviesa todo el pueblo.
Actividad agrícola y alimentos, principales fuentes económicas
El río que atraviesa dicho municipio desde sus orígenes ha sido parte fundamental para potenciar la actividad agrícola, no sólo de la cabecera, sino de las comunidades aledañas, ya que su recurso proviene del manantial de Talamantes hasta su cabecera.
Este río que actualmente se encuentra seco debido a la sequía, alcanza a comunidades de La Porreña, San Lorenzo, San Juan y Santa Ana, así como Molinares, por lo que es importante este recurso hídrico.
Para hacer frente a la problemática, los productores insisten en subirla del manantial a una acequia para evitar que se filtre y se desperdicie este recurso que favorecería a la población.
Según la historia, una de las características sobresalientes del Valle de San Bartolomé fue el desarrollo de sistemas hidráulicos tanto de captación, conducción y almacenamiento, como de protección, que son acequias aún utilizadas y que distribuyen el agua hacia las casas-habitación de patio central y huerto. El auge formal del poblado como tal ocurrió hacia finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX.
Gracias a su actividad agrícola y comercial, se constituyó como un importante centro de producción, abastecimiento y almacenamiento de alimentos de una amplia región minera, sufriendo posteriormente su decadencia como potencia comercial.
La producción de algodón llegó a ser importante en la región, originando el establecimiento de fábricas de hilados y tejidos, como la de Talamantes, para industrializar el volumen que quedaba en la zona, después de enviar a los Estados Unidos una parte del mismo.
Surgimiento de la ciudad proveedora de alimentos agrícolas
Con base en información proporcionada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el nacimiento del asentamiento de Valle de San Bartolomé, actualmente Valle de Allende, surge en el año 1572, con la fundación del pueblo de Santa María, una reducción de indios donada por Francisco de Ibarra a Alonso Martín Ronquillo, quien a su vez donó terrenos a la orden franciscana.
Esta población se originó a partir de la construcción de un convento cuyo permiso se obtuvo en 1562 y en 1563 fue conocida con el nombre de Valle de San Bartolomé, es la primera misión que los franciscanos establecieron en el actual estado de Chihuahua.
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En esta misión los frailes tenían bajo su mando a indios trasladados del centro de México y otros de la región. En un principio, los pobladores estuvieron concentrados río abajo, posiblemente en lo que hoy se conoce como el Pueblito de Allende.
La fundación de Santa Bárbara y Valle de San Bartolomé marcó el principio de las relaciones de trabajo entre los españoles y los indígenas de esa zona. Eran relaciones marcadas por la tensión y la violencia; sin embargo, la comunidad era proveedora de alimentos agrícolas a las minas del Real de San José del Parral.
La población de San Bartolomé fue ubicada en una zona agrícola en desarrollo y sobre el Camino Real de Tierra Adentro. Por lo que a finales del siglo XVII el poblado llegó a ser un centro comercial importante.
Los hacendados establecieron sus expendios y a la vez engrandecieron la población con casas monumentales que eran habitadas en diferentes épocas del año.
La conformación del poblado es de estilo español proyectada en una supuesta imagen octagonal que en realidad es irregular, pues sigue la topografía y el recorrido de las acequias y huertas.
El viernes 9 de marzo de 2001 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que la ciudad de Valle de Allende, municipio del mismo nombre, estado de Chihuahua, es declarada Zona de Monumentos Históricos al contar con 110 inmuebles entre los cuales se ubican casas-habitación y comercios, así como templos y edificios públicos.
El objetivo primordial de esa declaratoria consiste en garantizar la protección y conservación de dichas edificaciones; preservar y difundir la riqueza cultural de la Nación como un elemento de identidad y unidad del pueblo mexicano, así como garantizar la protección y conservación de los inmuebles.
La Zona de Monumentos Históricos comprende un área de 1.4 kilómetros cuadrados. Está conformada por 70 edificaciones dispuestas en torno a un espacio central o Plaza de la Constitución, de forma cuadrangular, en donde se realizan las actividades cívicas y sociales más importantes de la población.
La zona urbana está atravesada por un sistema de acequias, estructura dependiente del río del Valle que divide a la población en cuatro grandes zonas de riego. La imagen urbana está definida por las calles que tienen al frente los paramentos del conjunto de fachadas de las casas habitación y, detrás de ellas, los frondosos nogales que coexisten con el asentamiento humano.