“Tenemos que esperar a que se maten entre ellos para poder regresar a nuestros pueblos, porque aquí no contamos con vivienda, ni facilidades para obtener un crédito, hemos llegado a pensar en refugiarnos en viviendas o tapias abandonadas ante nuestra necesidad y la falta de apoyo del Gobierno”, así lo expresaron familias desplazadas de los municipios de Guadalupe y Calvo, Guachochi, Balleza, Morelos, Guanacevi, que actualmente integran el colectivo “Nuevo Amanecer.”
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Familias desplazadas de la región serrana, quienes actualmente radican en Parral e integran el colectivo “Nuevo Amanecer”, manifestaron su deseo por regresar a sus lugares de origen, sin embargo, señalaron que la falta de apoyo de las autoridades policiacas y del Gobierno, impide que luchen por lo que les fue arrebatado.
“Claro que si nos preguntan si deseamos regresar a nuestras tierras, la respuesta es sí, cómo no querer volver aquel lugar que nos vio crecer, en donde formamos nuestras familias, sin embargo estamos solos en esta lucha, la autoridad sólo está de adorno, y en muchas ocasiones está del lado de los delincuentes”.
Recordaron que fue desde el año 2017 cuando se creó el colectivo “Nuevo Amanecer”, que en un principio reunió a todas las personas víctimas de diferentes delitos, como privaciones de la libertad, secuestros, desplazados.
Posteriormente, quedó únicamente integrado por familias desplazadas de los diferentes municipios, además de que a partir del referido colectivo, se creó el 10 de Octubre, el cual actualmente está encabezado por mujeres, quienes permanecen en la búsqueda de sus familiares desaparecidos.
Los afectados señalaron que, tras ser despojados de sus viviendas, tierras, ganado se establecieron en Parral, sin embargo, no han contado con oportunidades para adquirir una vivienda, ni facilidades para obtener un crédito.
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“Cuando apenas llegamos, algunos llegamos a quedarnos en tapias abandonadas, otros más bajo los puentes, ya que nuestros derechos no han sido defendidos por la autoridad”.
Ante la falta de vivienda propia, algunas de las familias, víctimas de este delito, manifestaron que han llegado a pensar en refugiarse en alguna casa que se encuentre abandonada por sus propietarios.
“Es demasiada la necesidad que tenemos, salir de nuestros hogares sin nada es muy difícil, buscar trabajo, pagar en donde quedarnos es aún más complicado, cuando nosotros ya teníamos nuestra vida en nuestros ranchitos”.
Finalizaron con nostalgia “Tenemos que esperar a que los delincuentes se vayan matando entre sí, para poder nosotros regresar a nuestros hogares, a la mejor algún día logremos tener un mejor amanecer, cobijados entre los cerros y las tierras que algunos hemos defendido hasta con nuestras vidas”.