En una vivienda humilde, ubicada en la colonia Ampliación Juárez vive el matrimonio conformado por “Soco y don Lorenzo” quienes llevan más de 20 años casados, sin embargo; los años no han pasado en vano dificultando el caminar del hombre, pero su empeño y esfuerzo por salir adelante día a día no ha decaído ya que diariamente con el apoyo de su esposa recorre las calles para llegar a su trabajo hasta la colonia Fortuna en donde ayuda en las labores en una carpintería.
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Para esta Navidad espera lograr juntar el dinero para comprarle una mesa a su esposa, ya que es su ilusión “hace muchos años le hice su mesita, junté pedazos de madera y la fui armando, ahora deseo poder tener con qué y poderle regalar lo que ella desea.
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Con la ilusión de buscar un mejor porvenir, Don Lorenzo Ruiz de 80 años y su esposa Socorro Rubio de 63 años salen cada día de su hogar en la calle Guamúchil de la colonia Ampliación Juárez para ir a trabajar y ganarse algunas monedas para sus gastos.
Recuerdan con nostalgia, cómo fue que formaron su familia, teniendo tres hijos, mismos que realizaron su vida y que sus propias responsabilidades les impiden poder ayudarlos económicamente.
“Los hijos vuelan, toman su propio camino y se van olvidando de uno, pero a pesar de eso, las puertas de nuestro hogar siempre están abiertas para ellos, ya que los amamos y son el fruto de nuestra unión.
”A pesar de los años y de las enfermedades aún tienen fuerza para salir a trabajar y buscar el sustento de cada día, por lo cual, desde temprana hora, Soco como de cariño le dice su esposo, se levanta para hacer su quehacer del hogar.
Posteriormente se llega la hora en la cual acompaña a su esposo hasta su trabajo en la colonia La Fortuna, debido a problemas en sus rodillas se le dificulta caminar con normalidad, "todas las tardes nos vamos a trabajar, en ocasiones yo laboro realizando la limpieza en otras casas en donde me ocupan de vez en cuando,” expresó Soco.
Para esta Navidad, en donde los sueños se pueden volver realidad don Lorenzo espera lograr reunir el dinero necesario para comprarle una mesa de comedor a su esposa ya que la única con la que cuenta la fabricó cuando se casaron, a base de trozos de madera.
“Ella es lo único que pide, a mí no me hace falta nada, con que ella este bien con eso me siento yo conforme, el verla feliz,” expresó don Lorenzo.
