El Buen Fin, que en teoría debería ser un alivio para el bolsillo, terminó dividiendo opiniones entre los habitantes de Parral. Las calles del centro se llenaron de gente buscando aprovechar los descuentos, pero muchos compradores se fueron con una sensación de desilusión. Este año, según algunos testimonios, las promociones fueron menos atractivas que en ocasiones pasadas, y el ambiente se sintió más caótico que festivo.
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Karen M., una compradora habitual, no ocultó su decepción. “Siento que los descuentos no son reales. Lo que compré fue porque ya lo necesitaba, no porque las ofertas fueran buenas. A veces parece que nos ven la cara”, comentó mientras cargaba bolsas con productos básicos. Reyna D., también fue tajante: “Esto ya es pura publicidad. Si no tienes cuidado, terminas pagando lo mismo o hasta más”.
José C., que acostumbra participar en estas jornadas de descuentos, mencionó que esta vez no sintió que valiera la pena. “Revisé varios precios y no había diferencia con otros días. Además, el centro está imposible, lleno de gente, con filas por todos lados. Es complicado hasta caminar, menos disfrutar la experiencia de comprar”.
Sin embargo, no todos los comentarios fueron negativos. Fernanda T., quien salió con varias bolsas, aseguró haber encontrado buenas ofertas, aunque reconoció que tuvo que buscar más de lo esperado. “En ciertas tiendas valió la pena. Compré varias cosas para la casa y estoy contenta. Pero es cierto que el centro estaba descontrolado, necesitas paciencia para no salir corriendo”.
El ambiente en las calles también fue un tema recurrente. Las aglomeraciones, los vendedores ambulantes y las largas filas contribuyeron a la sensación de caos que muchos describieron., por lo que dijeron faltó más control en todas partes, con el fin de evitar las aglomeraciones que se tuvieron.
“Es demasiado estrés, parece que todo el mundo está corriendo de un lado a otro. Hay momentos en los que ni siquiera puedes moverte”, relató Karen. Incluso Fernanda, con su experiencia positiva, admitió que el tumulto hacía difícil disfrutar el día: “El desorden en el centro es lo único que no cambia”.
A pesar de las críticas, el Buen Fin sigue siendo una fecha clave para los comerciantes locales, quienes confían en estas jornadas para mejorar sus ventas. Sin embargo, la percepción de que los descuentos no son tan atractivos podría poner en riesgo la participación de los consumidores en próximas ediciones.
El balance de este Buen Fin parece estar en un punto intermedio. Para algunos, la oportunidad de ahorrar sigue siendo válida, mientras que para otros, el caos y las promociones poco atractivas restan encanto a la experiencia. Entre la multitud, queda claro que el éxito de futuras ediciones dependerá no solo de las ofertas, sino también de mejorar la logística y la confianza del consumidor.