Nada como un buen refrán para entender con sabiduría las situaciones de la vida, las cotidianas y las no tan comunes, y sobre todo, aprender de la sabiduría milenaria mexicana. Como ya es costumbre cada domingo te mostramos dos muy útiles para la charla y la actitud.
Decir y hacer no es para todos
Recientemente, hemos visto un resurgimiento de casos de Covid-19. Cuando pensábamos que podíamos empezar a bajar la guardia, volver a la normalidad, pasarnos la caguama, saludar de beso, abrazarnos en la fiesta o en las reuniones familiares, las noticias nos regresan a la realidad.
Tenemos entonces que seguir guardando las medidas de sana distancia, esas que son tan difíciles para nosotros los mexicanos. Y la verdad es que no cualquiera puede, porque decir y hacer no es para todos. Es difícil dejar la borrachera, la fiesta, el argüende. Pero más difícil dejar la vida, o la de un ser querido. Enonces aguantemos un poco más, que la luz al final del túnel ya está a la vista.
El horno cuando se inflama, si no respira revienta
Pero es importane no aislarnos por completo. Las personas somos seres sociales por naturaleza, y el peor castigo es la soledad. Quizá por eso la pandemia ha sido tan difícil para muchos. Sigamos contactando a nuestros seres queridos, a nuestros amigos y familia, a nuestros vecinos. Estos momentos tan difíciles los tenemos que soportar juntos, porque sólos no vamos a librarla. Es importante que respiremos, sobre todo cuando nos sentimos en las últimas.
Recuerda que los refranes son un excelente material para poner en marcha la memoria, teniendo en cuenta que son dichos que todo el mundo ha utilizado o escuchado a lo largo de su vida, se pueden asociar a algún recuerdo agradable o a alguna experiencia vivida, por lo que son un fantástico recurso para trabajar con mayores. Sin olvidar el componente lúdico de ellos, ya que, por su significado o por cómo están formulados, muchos resultan divertidos.
¿Alguna vez los has aplicado en tu vida?