Los impuestos federales son aplicables en todo el territorio nacional y la gran mayoría de los mexicanos y residentes extranjeros tienen la obligación de cumplir con el pago de los mismos, cuando se realice una actividad económica dentro del país y es el Servicio de Administración Tributaria (SAT) quien se encarga de que las personas físicas y morales contribuyan al gasto público.
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Al SAT se le conoce como la autoridad fiscal en México y tiene como responsabilidad supervisar precisamente el cumplimiento de las obligaciones fiscales, como un órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que posee las atribuciones y facultades ejecutivas que señala la propia Ley del Servicio de Administración Tributaria.
Entre una de principales funciones tiene que fiscalizar a los contribuyentes para que cumplan con las disposiciones tributarias y aduaneras, así como facilitar e incentivar el cumplimiento voluntario, en su misión de administrar los procesos de recaudación de los contribuyentes federales, así como la salida y entrada de mercancías del territorio nacional, para alcanzar la eficiencia recaudatoria.
Impuestos federales (SAT)
Los impuestos federales son los aplicables en todo el territorio nacional y con los cuales se debe cumplir de forma obligatoria por la mayoría de los mexicanos y residentes extranjeros dedicados a realizar una actividad económica dentro del país.
Precisamente entre los mencionados impuestos, los más importantes destaca el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA), Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), Impuesto sobre Automóviles Nuevos (ISAN), Impuesto Empresarial Tasa Única (IETU) y el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE).
De ellos el ISR representa la principal contribución federal, ya que tiene como condición la generación de ganancias, dicho de otra manera, este impuesto se cobra solamente cuando el contribuyente obtiene una ganancia en el año fiscal de referencia.
Es por ello que cuando obtengas ingresos en México se debe pagar ISR, entre otros muchos por los siguientes conceptos: salarios, honorarios remuneraciones a miembros de consejos, administradores, comisarios y gerentes, arrendamiento de inmuebles, contratos de servicio turístico de tiempo compartido, enajenación de acciones, arrendamiento financiero y regalías.
Además de premios, intereses, asistencia técnica y publicidad; actividades deportivas, artísticas o espectáculos públicos; remanente distribuible de personas morales con fines no lucrativos; dividendos, utilidades, remesas y ganancias distribuidas por personas morales; venta de bienes inmuebles; construcción de obras, instalación, mantenimiento o montaje en bienes inmuebles, inspección o supervisión y otros ingresos.
Por su parte, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) es un impuesto indirecto porque no va aplicado directamente sobre las personas, sino indirectamente en los servicios y productos que estas consumen.
En México la tasa del IVA equivale al 16% sobre el valor del producto con la finalidad de aumentar la recaudación tributaria y aplica sobre la producción, venta de bienes y servicios consumidos.
El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) tiene como objetivo generar ingresos fiscales y, al mismo tiempo, regular y desincentivar el consumo de ciertos productos considerados como no básicos o perjudiciales para la salud o el medio ambiente.
Se aplica a la producción, venta o importación de bienes y a la prestación de ciertos servicios específicos, tales como gasolinas, tabacos, bebidas alcohólicas, alimentos no básicos de alta densidad calórica, refrescos y algunos servicios de telecomunicaciones, el cual se fija sobre la venta o valor de enajenación.
Impuesto sobre Automóviles Nuevos (ISAN) en nuestro país aplica a la venta de vehículos nuevos y se estableció desde 1980 para recaudar fondos en apoyo a la infraestructura de transporte y es importante el ingreso que obtiene el gobierno.
Existen cuatro tipos de este impuesto, los cuales se aplican en porcentaje de acuerdo al valor de adquisición del vehículo y no sobre la diferencia entre el precio de adquisición y el valor del auto usado en la operación de intercambio.
Para el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) existe su propia ley y están obligadas al pago las personas físicas y morales residentes en territorio nacional, así como los residentes en el extranjero con establecimiento permanente en el país, por los ingresos que obtengan, independientemente del lugar en donde se generen
Este impuesto aplica por las siguientes actividades que realizan: Enajenación de bienes, Prestación de servicios independientes y Otorgamiento del uso o goce temporal de bienes.
El Impuesto Empresarial a Tasa Única se calcula aplicando la tasa del 17.5% a la cantidad que resulte de disminuir de la totalidad de los ingresos percibidos por las actividades realizadas y las deducciones autorizadas por la ley.
Finalmente, para el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE) también se expidió su propia ley y las personas físicas y morales, están obligadas al pago del impuesto establecido respecto de todos los depósitos en efectivo, en moneda nacional o extranjera, que se realicen en cualquier tipo de cuenta que tengan a su nombre en las instituciones del sistema financiero.
La ley no considera depósitos en efectivo, los que se efectúen a favor de personas físicas y morales mediante transferencias electrónicas, traspasos de cuenta, títulos de crédito o cualquier otro documento o sistema pactado con instituciones en los términos de las leyes aplicables, aún y cuando sean a cargo de la misma institución que los reciba.
Es así como el SAT te cobra impuestos por trabajar, por tener dinero, por gastar dinero y hasta por guardar dinero, entre otras de las muchas atribuciones que tiene esta autoridad fiscal en México.