Eran cerca de las 17:15 horas cuando una intensa humareda alertaba a los colonos del barrio de “Charcas” en el municipio de San Francisco del Oro, una vivienda de la calle Vicente Guerrero comenzaba a incendiarse, era el origen de un pueblo solidario que intentaba apagar las llamas ante la dolencia de un hecho similar semanas atrás.
Tan pronto como se desarrollaban las llamas, por el hogar llegaban los “curiosos”, los celulares era el arma perfecta para lograr capturar un evento de tal magnitud, mientras otro tanto de pobladores solo buscaban la manera de evitar una gran pérdida.
Llegan las autoridades municipales de San Francisco del Oro con extintores, dimensionan el incendio y se dan cuenta de que es mucho mayor de lo que pensaba, solicitan una vez más la pipa de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento.
Pasan los minutos, arriba el personal de la JMAS del Oro quienes interrumpieron sus actividades de la tarde, tenían que apoyar en el siniestro que a muchos les recordaba el hecho de días anteriores, donde también se consumió un hogar.
La brigada de la empresa Minera Frisco con sus elementos se concentró en el punto, los “mineros” se montaban su traje para apoyar en la conflagración.
Entre gritos y chiflidos de coordinación comenzaron a llegar las herramientas, la manguera de la unidad se extendía con la ayuda de vecinos y ciudadanos, que desesperadamente mostraban su solidaridad ante la pérdida del patrimonio de la familia Chávez, muy conocidos por su oficio de panaderos.
Una patrulla de la Policía Municipal a toda velocidad abría camino, los Bomberos de Santa Bárbara hacían su arribo cerca de las 18:00 horas para como población hermana mostrar su apoyo. De manera inmediata, los agentes informaban que los Bomberos de Parral ya “venían” en camino.
Nuevamente, la sirena alertaba la presencia de otra unidad, los tragahumo de la “Capital del Mundo” encabezados por su comandante, Adrián Peña, llegaban al municipio aurífero; ahora solo un objetivo los agrupaba, apagar el incendio.
Las autoridades realizaban las maniobras, repentinamente un grito alertó: “Retírense todos porque dos tanques de gas pueden explotar”, decenas de curiosos comenzaron a correr tan pronto como pudieron, la desesperación era mayor.
Ahora el objetivo era otro, se tenían que retirar los cilindros, luego continuar mitigando las llamas, “el chorro” de las mangueras iba directo al objeto de riesgo, con daños visibles en los tanques se retiraron del patio para luego colocarse sobre la banqueta.
Se retoma el plan, con talachos y barras comenzaban a levantar las láminas, había que ventilar el área para combatirla en su totalidad. De pronto, una mujer perteneciente al cuerpo de bomberos en Parral, paraba la bomba de la unidad, el agua se terminaba, la humareda continuaba.
Previamente, un dompe que en su caja contenía un cilindro de agua de la empresa Minera Frisco, también llegaba al punto, a la par, la pipa de la JMAS se retiraba, sus 10 mil litros se habían terminado.
Llegaban los refrescos y las aguas para los combatientes, se tenían que recargar las bomberas de pronta respuesta con abastecimiento, algunos elementos aceptaban un “trago” , mientras otros seguían en la lucha.
Con cerca de 10 apaga incendios al interior del domicilio y decenas de ciudadanos sobre el techo de la vivienda solidarizados, el fuego comenzaba a mitigarse, los héroes comenzaban a salir del hogar.
Semanas atrás, un incendio con características similares concentró a los mismos héroes, esta es otra historia de solidaridad de dos pueblos apoyando a uno mismo, que en circunstancias tan difíciles solo una palabra los une, “Apoyo”.