El oficio de costurera es el arte en el que muchas mujeres dan muestra de su gran talento y dedicación en cada obra o trabajo que realizan. Tal es el caso de la señora María Elena Hernández, de 83 años de edad, quien desde niña aprendió esta labor que ha enseñado a sus hijas y nietas.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Sol de Parral
Originaria de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, desde pequeña descubrió su talento en el mundo de la confección, dedicando la mayor parte de su vida a este trabajo, en el que además ha brindado la enseñanza a más mujeres para que adquieran herramientas para su emprendimiento y empoderamiento económico.
Entre retazos de telas, moldes y una máquina de coser, María Elena se abrió paso durante estos años para lograr salir adelante y brindarle una mejor vida a su familia; además de dar la enseñanza de técnicas en este oficio a sus nietas, siendo una de ellas Jazmín Ruiz, quien heredó el amor por la costura.
“Yo fui de las niñas que crecí viendo a mi abuela coser en su máquina de fierro y jugando debajo de ella pensando que era un volante, dicen que somos el ejemplo que nos dan en casa, mi abuela es grandiosa”.
Destacó que, aunque los años han pasado, la fuerza de María Elena y sus ganas de salir adelante continúan presentes, por lo que permanece activa en su labor. “Creemos que con el paso del tiempo las personas mayores desean descansar y retirarse de sus actividades; sin embargo, mi abuela es la excepción, el trabajo es su fuerza y su mayor motivación”.
Con 83 años de edad la mujer continúa brindando su servicio al lado de su fiel compañera su “máquina de coser”, que la ha acompañado en los diferentes trabajos, desde la creación de prendas, arreglos en pantalones, blusas, cortinas entre la gran variedad de acciones en este oficio”.
Su nieta, Jazmín Ruiz heredó el amor por la costura, por lo que ha logrado convertirse en una mujer emprendedora, quien en busca de alcanzar sus sueños ha logrado apoyar a miles de familias que enfrentan un duelo por la pérdida de un ser querido, al ser pionera en confecciones como osos memoriales; además de la creación de prendas y trabajos, oficio que aprendió de María Elena.
Puedes leer: Imprenta, negocio que se niega a desaparecer pese al avance tecnológico
“Ella es mi inspiración y mi modelo a seguir, mi hermosa abuela de quien heredé el amor por la costura y a través de su ejemplo aprendí a luchar y no rendirme en la vida ya que ella apresar de la vida difícil que tuvo, ve la vida de una forma maravillosa y en sus ojitos y manos cansadas sólo puede verse amor”.
Finalmente, explicó que en cada trabajo que realiza recuerda en todo momento las enseñanzas de quien destacó ser su modelo a seguir, "siempre se debe hacer todo con amor y dedicación, cada trabajo tiene algo en especial que lo hace diferente al otro”.