Aumenta la oferta de ganado en la región sur de Chihuahua, provocando que el precio del kilo de la res en pie baje hasta los 40 pesos; no obstante, el precio en las carnicerías para el consumidor final no disminuye, sino que aumenta. De acuerdo con Fidencio Loya, titular de la Asociación Ganadera Local de Parral, lo anterior es debido a que los ganaderos regionales optan por vender su ganado bovino hacia el comercio de Estados Unidos, dado que ofrece un mejor precio y que quienes surten de carne a la ciudad son provenientes de otras ciudades del estado, e incluso, de otros como Coahuila.
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Desde hace más de dos años la discrepancia entre el aumento de la carne de res en venta al consumidor final en los diferentes supermercados y carnicerías y el aumento del kilo de carne en pie a los productores ha provocado que la comunidad parralense cuestione sobre por qué si el precio del ganado bovino se encuentra bajo, el precio de la carne es altísimo y de acuerdo a la información, se trata de cuestiones meramente comerciales y fuera del alcance de los productores locales.
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Según expuso Fidencio Loya, quien es el titular de la Asociación Ganadera Local de Parral, existe una cultura comercial en toda la región sur muy arraigada a los intereses de los propietarios de las reses, pues explicó que los chihuahuenses prefieren vender las vacas en el mercado extranjero antes que venderlas en estas tierras y el motivo es el precio, ya que según recalcó, es Estados Unidos de América quien compra al mejor costo, lo que les genera jugosas ganancias.
El entrevistado explicó que, para el entendimiento de todos y todas, en términos de la ganadería existen dos tipos de reses (o vacas): las gordas y las flacas. En este sentido, señaló que las vacas gordas son aquellas que tienen, evidentemente, más carne y que tienen mejor calidad, al contrario de las flacas, que, dicho sea de paso, son las que menos carne producen. No obstante, añadió que en la región no hay vacas de engorda, dado que no existen las condiciones necesarias para que se puedan mantener y mejorar la producción.
Es decir, refirió que en la zona distrital de la región sur de la entidad los becerros, comúnmente de 5 a 23 meses son vendidos en el comercio extranjero ubicado en los Estados Unidos de América, dado que es el cliente que mejor precio les da, por lo que aunque el precio de la carne en pie sea económico, esta se va directamente al “otro lado”.
Región sur sin engordas por falta de forrajes
Fidencio Loya expuso que en toda la zona sur de Chihuahua no existen áreas agrícolas que produzcan forrajes ni granos que permitan a su vez crear hembras bovinas de engorda, por lo que no hay en la ciudad y que esto afecta en el precio final de la carne, dado que los vendedores deben de adquirirlo de otros lugares, incluso de otros estados como Coahuila. En este sentido, dijo que, si el mercado ganadero de la zona sur hace negocio con Estados Unidos vendiendo becerros de hasta 23 meses, no existen las condiciones para que de aquí mismo salga la carne para comercializar entre los municipios de la región, pues no existe.
Expuso que ningún carnicero compraría canales flacos de carne, ya que esto le afectaría la economía de su negocio; sin embargo, sí acepta canales gordos dado que hay más oportunidad de crecer y mejorar, recalcando que dichos canales no pueden salir de la zona sur debido a que no hay vacas de engorda y esto hace precisamente que el precio de la carne aumente al consumidor final, porque son traídas de otros lugares como Cuauhtémoc, Delicias o de otras entidades federativas.
El ganado sale a precio bajo y regresa con alto costo
Como se explicó anteriormente, debido a las circunstancias en que no existen las condiciones necesarias para producir forrajes y granos y tener vacas de engorda, las que existen (que son denominadas como “flacas”) son comercializadas a municipios vecinos al norte del estado o bien, a otros lugares como Coahuila en donde sí existen dichas condiciones que permitirán hacerlas engordar y así hacer negocio para después regresarlas a venderlas a Parral y su región a precios elevados.
Fidencio Loya manifestó que es un estado cíclico, pues explicó que un ganadero que se encarga de las reses de engorda le invierte a estas para que puedan incrementar su volumen y peso desde la alimentación, suplementos y más procesos. Por lo que resulta aceptable que el precio aumente, incluso cuando el precio de la carne en pie en la región sea económico.
Cuestiones comerciales en juego: AGL
Pese a lo anterior, Fidencio Loya refirió que es difícil determinar el por qué el precio tan elevado de la carne en la región sur de Chihuahua pese a que el precio del ganado en pie esté barato, por lo que dijo que no se trata más que de tratados comerciales, mismos que tienen intereses por los propietarios que buscan adquirir ganancias con a través de la compra y venta de ganado.
Además hizo hincapié en que actualmente todos los municipios y estados, así como los países se enfrentan al fenómeno de la globalización, en donde ejemplificó que ya se puede adquirir un producto que sea típico o común de otro lugar; es decir, en Parral se puede adquirir mercancía de New York o incluso frutas o verduras de Sudamérica debido a la globalización, refiriendo que ese mismo proceso lleva la carne.
Explicó que desde años la ganadería del norte de México, en específico Chihuahua está articulada para comercializar con Estados Unidos, dado que es el cliente que tiene más alto el precio de compra y que esto les favorece a los ganaderos, por lo que los clientes solicitan becerros desde los 5 hasta los 23 meses de nacidos, desde luego, que cumplan con una serie de estrictos requisitos.
A su vez, Parral y la región recibe el producto cárnico de otros lugares, destacando que son principalmente de La Laguna, Coahuila, Cuauhtémoc y Delicias, Chihuahua, generando así un estado cíclico de la venta y compra de productos.
La región sur a la espera de un Rastro tipo Tiff
En un esfuerzo por fortalecer la economía local y optimizar los procesos de la industria cárnica, el Rastro Tipo Inspección Federal (TIF), está por consolidarse en la región de Parral, esto según lo referido por Miguel Maldonado Miranda, director de Desarrollo Innovación y Económico.
Refirió que el proyecto no sólo representa un hito para la comunidad, sino que también se espera que genere alrededor de 100 empleos de forma directa, contribuyendo así al crecimiento y desarrollo del sector ganadero.
El funcionario comentó que las gestiones en el Congreso del Estado, emprendidas desde principios del año, favorecerían a la creación de estos puestos de trabajo que no solo serán una fuente de ingresos para muchas familias locales, sino que también impulsarán la dinámica económica en general.
Maldonado Miranda destacó la importancia de esta consolidación para la industria ganadera local, ya que se anticipa un aumento significativo en la derrama económica asociada a la producción y comercialización de carne.
El Rastro TIF no únicamente ofrecerá un espacio adecuado para la inspección y procesamiento de carne, sino que también elevará los estándares de calidad y seguridad en la producción cárnica, satisfaciendo así las demandas del mercado actual.
El Director de Desarrollo Innovación y Económico subrayó que este proyecto no solo beneficiará a los productores locales, sino que también contribuirá a la atracción de inversiones y al impulso de la reputación de la región en el ámbito ganadero.
Comentó que en el gremio empresarial han expresado su apoyo y compromiso con el éxito de esta iniciativa, reconociendo su potencial para transformar la realidad económica y social de la comunidad.
Según las proyecciones de Desarrollo Económico cada empleo directo creado en el Rastro TIF dará lugar a la generación de dos empleos indirectos, un fenómeno que se percibe como un impulso significativo.
En este sentido, se resaltó que este efecto se extenderá más allá del municipio de Parral, alcanzando a toda la región sur del estado, promoviendo así una prosperidad más amplia para esta zona.
Añadió que en el ámbito laboral, diversos roles se vislumbran con la puesta en marcha del rastro, abriendo oportunidades en distintas áreas. El personal de inspección sanitaria se encargará de garantizar la calidad y seguridad de la carne procesada, mientras que los operadores de maquinaria especializada contribuirán al eficiente procesamiento y envasado de carne.
Los técnicos en procesamiento de alimentos desempeñarán un papel crucial al manejar técnicas y procesos específicos para asegurar la calidad y salubridad de los productos cárnicos. Por otro lado, el personal de mantenimiento se ocupará de mantener en óptimas condiciones la maquinaria y las instalaciones del rastro, asegurando su funcionamiento eficiente.
En el ámbito administrativo, se anticipa la contratación de administradores y personal de oficina, quienes llevarán a cabo labores administrativas, gestionarán documentos, coordinarán operaciones y desempeñarán otros roles clave. Además, se prevé la contratación de transportistas y conductores para llevar la carne desde el rastro hacia los puntos de distribución y comercialización.