Hasta 30 familias del fraccionamiento San Ignacio viven como “paracaidistas”, en un asentamiento irregular ante la falta de oportunidades de vivienda, carecen de conexión a los servicios de agua y luz; habitantes dieron a conocer que la necesidad de un techo los ha orillado a vivir de esta manera en las viviendas que se construyeron hace más de diez años en el sexenio de César Duarte, por lo que desconocen de quién son, además que personas los invitaron a que las ocuparan con la promesa que se las venderían, pero jamás regresaron.
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Fernando Campos, habitante del asentamiento de San Ignacio expuso que hasta 30 familias se encuentran viviendo de manera irregular, como él con su esposa de 19 años e hija de 2 meses de nacida, en el sector que se ubica a las faldas del cerro de la Antena en Parral.
Relató las dificultades que enfrentan todos los días ante la carencia de servicios básicos como el agua y la luz, lo que implica una baja calidad de vida en comparación con los hogares que se cuentan con estas facilidades.
Aseguró que ante esta realidad y la imposibilidad de generar un contrato con la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) o al Comisión Federal de Electricidad (CFE), han tenido que “arreglárselas” para tener agua y luz.
Explicó que han generado conexiones improvisadas para poder acceder a la energía eléctrica como todos los vecinos de este fraccionamiento, esto con el objetivo de no quedarse a oscuras en las noches y poder cargar sus aparatos móviles.
De igual manera, hacen esto con la conexión del agua que baja de una de las pilas que se encuentra en el Cerro de la Antena de Parral, de donde conectan una manguera para poder llenar sus tinacos en las noches.
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Narró que acaba de ser papá hace dos meses, por lo que desde hace un año decidió juntarse para formar una familia con su pareja de 19 años, sin embargo, carece de un empleo formal, por lo que carece de facilidades para acceder a una vivienda.
Expone que en estas condiciones han tenido que vivir durante el último año, por lo que su pareja pasó todo el embarazo con las temperaturas bajas del invierno en una construcción que carece de ventanas.
En esta calle hay cerca de 30 casas que se encuentran habitadas por personas que no cuentan con la certeza legal de sus viviendas, sin embargo, ante la necesidad de un techo han tenido que invadir estos terrenos que no han sido reclamados.