La Iglesia Católica está de fiesta con las celebraciones a la virgen de Fátima, hoy se cumplen 105 años de las apariciones, se llevarán a cabo a las 7:45 las mañanitas a la virgen en el templo que lleva su nombre; así mismo, misas, rosario y kermesse serán algunas de las actividades por los festejos de las apariciones de Fátima, a las seis de la tarde, se dará la misa solemne oficiada por el señor obispo, don Mauricio Urrea Carrillo.
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Nuestra señora de Fátima, es oficialmente reconocida como la Virgen del Rosario, el día de hoy se cumple el 105 aniversario de las apariciones a tres niños en Fátima, Portugal, es por ello, que en el templo del barrio de Fátima se llevarán a cabo una serie de actividades por los festejos de la virgen, se tienen programadas las mañanitas con mariachi a las 7:45 a.m., para después la celebración de la santa misa a las 8:00 de la mañana.
Leonel Larios Medina, responsable de la Comisión de Comunicación de la Diócesis de Parral, invitó a la feligresía a los festejos de la virgen de Fátima, asistiendo a las misas así como un rosario especial dedicado a la madre de Jesús, éste se va a llevar a cabo a las cuatro de la tarde, nuestra señora de Fátima es oficialmente reconocida como la Virgen del Rosario.
Indicó el presbítero que a las seis de la tarde se realizará la misa solemne, oficiada por el señor obispo, don Mauricio Urrea Carrillo, asimismo, terminando la misa en las afueras del templo se realizará una kermesse donde se venderán antojitos mexicanos, cabe señalar que el domingo 13 de mayo de 1917, la virgen de Fátima se les aparición a tres niños de nombre Lucia, Jacinta y Francisco.
La aparición se llevó a cabo en un lugar conocido como Cova da Iria, cerca de Fátima, Portugal, donde describieron que una mujer "más brillante que el sol" vestida de blanco, con un manto con bordados dorados y en sus manos un rosario, les pidió que retornarán el mismo día y a la misma hora durante, cinco meses consecutivos, encomendándoles el rezo del rosario.
Francisco declaró no escuchar ni hablar con la Señora, sino solo verla, asombrados, corrieron de regreso a su pueblo y lo anunciaron a todos, encontrándose con la previsible incredulidad de sus vecinos, incluyendo los padres de Lucía, en cambio, los padres de Jacinta y Francisco les creyeron.
En los mensajes que los niños transmitían, la virgen exhortaba al arrepentimiento, a la conversión, a la práctica de la oración y la penitencia como camino de reparación por los pecados de la humanidad, paulatinamente, los niños experimentaron una transformación profunda, basada en la práctica de la oración y de ejercicios de piedad. Como forma de disciplinarse, los niños comenzaron a llevar cordones apretados alrededor de la cintura y a realizar distintas obras de penitencia o mortificación.